Cosas del Fútbol que se han perdido. Capítulo V
Nuevas aportaciones de todas aquellas cosas del Fútbol que se han perdido. Y sigue…
Son las siguientes:
41. Cuando había jugadores calvos (de verdad) y bigotudos.
42. Cuando se intercambiaban banderines.
43. Cuando había “partidillo” de los jueves.
44. Cuando había entradas especiales para militares y mujeres.
45. Cuando no había ruedas de prensa.
46. Cuando se juega por la noche casi a ciegas.
47. Cuando se fumaban importantísimos puros.
48. Cuando había puntos positivos y negativos.
49. Cuando olía a linimento de sloan (El Tío del Bigote) en vestuarios.
50. Cuando las alineaciones se ponían a tiza en la tablilla.
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Cuando había jugadores calvos (de verdad) y bigotudos
Fútbol Clásico: No había tanta preocupación por la imagen ni por la estética; y los futbolistas, por muy futbolistas de primer nivel que fueran, no dejaban de ser tíos normales. En los años setenta y ochenta era bastante corriente el uso de bigote y barbas, pero sin demasiado cuidado ni recortes, como actualmente puede pasar, sino dejándola crecer a su bola. También estaban los calvos, pero con pelos por los lados y por detrás, es decir, sin raparse completamente como suele suceder ahora.
Fútbol Moderno: La dictadura de la imagen provoca que haya un exceso de preocupación por la apariencia estética, lo que en los futbolistas se acrecienta debido a la repercusión y difusión mediática de su imagen, lo que hace que muchos salten al terreno de juego después de haber pasado por el salón de estética y maquillaje.
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Cuando se intercambiaban banderines
Fútbol Clásico: Era bastante frecuente el intercambio de obsequios entre los equipos, siendo lo más usual el banderín con el escudo del club. Solía hacerse cuando era el estreno en una categoría o cuando era la primera vez que ambos clubes se enfrentaban en competición nacional. También era normal hacerlo en los partidos del Trofeo Carranza.
Con el paso de los años, estos obsequios, sobre todo los banderines, pasaban a ser un valioso testimonio histórico e incluso artístico, pues algunos eran de una gran valor artesanal.
Fútbol Moderno: Actualmente no existe este protocolo de cortesía entre clubes.
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Cuando había “partidillo” de los jueves
Fútbol Clásico: Era normal en la mayoría de los clubes organizar los jueves un partidillo de entrenamiento con puertas abiertas al público e incluso, los más grandes, cobrando una pequeña entrada.
Para el aficionado, sobre todo los jubilados, pues el partidillo solía ser de mañana, suponía un acercamiento al equipo, viendo las evoluciones del mismo y de los jugadores. No hacía que los medios de comunicación les contasen los detalles del entrenamiento, pues ellos mismo lo habían podido seguir con sus propios ojos.
Lo normal era que el partidillo se organizara entre todos los componentes de la plantilla completados por los chavales más destacados de las categorías inferiores, para los que suponía un fuerte estímulo. Algunos clubes, como el Real Madrid, convirtieron estos partidillos de los jueves en “bolos” frente a equipos menores, consiguiendo un gran atractivo mediático y suponiendo una gran ocasión para los jugadores que disponían de menos minutos en el equipo madridista.
Fútbol Moderno: La mayoría de los equipos no realizan sus entrenamientos en el campo normal de juego, en el estadio, sino en otras instalaciones deportivas, casi siempre bastante alejadas del centro de la ciudad y, además, suelen ser, salvo excepciones a puerta cerrada. Esto aleja y desarraiga al aficionado del equipo, que termina perdiendo el contacto con el mismo durante toda la semana, a expensas de lo que le cuenten los medios de comunicación.
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Cuando había entradas especiales para militares y mujeres
Fútbol Clásico: Era normal que, además de los niños, también sufriesen descuentos en el precio de las entradas los militares de baja graduación y las mujeres. Con los militares era por dar una consideración al Ejército y respecto a la mujer se trataba de utilizarlas como mero elementos ornamentales. Así de machista era, y aunque en menor medida, sigue siendo, nuestra sociedad.
Fútbol Moderno: Aunque nuestra sociedad en general, y el fútbol en particular, sigue teniendo grandes componentes machistas, afortunadamente se ha ido evolucionando. Actualmente no suelen dispensarse entradas con precios especiales para militares ni mujeres, siendo normal que las haya para menores de edad o para desempleados, los cuales tienen argumentos más sólidos para ello.
Reseña histórica: En el libro “100 años de Historia del Cádiz CF. Volumen I” publicado desde el Área de Historia del Cádiz CF se recoge la siguiente reseña extraída de la Revista Madrid Sport bajo el titular “El público femenino” (5 de octubre de 1916), en la que se explicitan las razones por las que las mujeres deben sentirse atraídas por los espectáculos deportivos (siempre como público): “(…) Debemos todos poner cuanto esté de nuestra parte para que éste (el deporte) se os haga ameno, placentero, porque será la única manera de que sobre los barandales de nuestros campos sigan posándose vuestras manos blancas; para que los jugadores, aparte del convencimiento de su afición, tengan el estímulo de vuestra presencia, pues si el poeta dijo “por una sonrisa, un mundo”, excuso deciros lo que darán los jugadores por cien aplausos (…) y terminaré pidiendo a todos que en los campos de juego os tengan en cuenta para no privarnos del encanto de vuestra presencia”.
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Cuando no había ruedas de prensa
Fútbol Clásico: Los diferentes medios de comunicación se las apañaban para recoger declaraciones de los protagonistas del partido, ya fuesen jugadores, entrenadores e incluso árbitros. No había derechos adquiridos, sino que todos los medios actuaban libremente.
Fútbol Moderno: Los medios están sometidos a las disciplinas de los derechos de televisión y tanto los propios clubes, como los organizadores de las competiciones, ya sea LFP, RFEF, UEFA o FIFA establecen los cauces, tiempos y momentos para que los protagonistas hagan declaraciones a los medios. Siempre con la publicidad tras ellos.
Las ruedas de prensa son el escenario principal de las declaraciones de los entrenadores y los jugadores designados por los clubes (a veces se deja uno a elección de los medios); así como las zonas mixtas habilitadas a los medios, donde pueden recoger testimonios de algunos jugadores. Los árbitros tienen completamente prohibido realizar ningún tipo de declaraciones.
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Cuando se juega por la noche casi a ciegas
Fútbol Clásico: Los sistemas de iluminación de los estadios eran bastante deficientes, a la vez que costosas, por lo que era bastante infrecuente que se jugasen partidos en horario nocturno. Y los que se jugaban se hacían con escasa luz, lo que dificultaba no sólo el seguimiento de los espectadores, sino el de los propios jugadores.
Fútbol Moderno: Los sistemas de iluminación de los estadios son de gran potencia, algo que ha venido como consecuencia de las exigencias de las televisiones para poder retransmitir partidos en directo. Un partido nocturno tiene prácticamente la misma luminosidad que jugado durante el día.
Fútbol Clásico: Las humaredas en las gradas eran un clásico. Al igual que en las corridas de toros, los estadios de fútbol eran un lugar especialmente atractivo para hincarse un gran puro mientras se disfrutaba del espectáculo deportivo.
Fútbol Moderno: Esta es otra de las evoluciones del Fútbol Moderno que pueden considerarse positivas. Actualmente apenas se ven aficionados fumando en los campos de fútbol, y menos aún puros. Y es frecuente que cuando alguno está fumando y echando humo, algún otro se lo recrimine.
Reseña histórica: La sensibilización por el daño sufrido por el fumador pasivo empezó a contemplarse en España con la llamada “Ley Antitabaco” de 26/12/2005 y su modificación de 30/12/2010. Aunque su entrada en vigor causó mucha disrupción social, terminó siendo aceptada y normalizada, tanto por no fumadores como por los propios fumadores. Se creó conciencia del daño y las molestias que generan los fumadores y la mayoría de ellos adaptaron su consumo a las circunstancias y al respeto a los demás. En ello cabe incluir las gradas de los campos de fútbol. En ellas no se prohíbe genéricamente fumar, pero si hay casos concretos donde sí se hace, como el Camp Nou. En Euskadi, el Parlamento Autonómico ha aprobado la Ley de Adicciones de 7/4/2016 donde también se prohíbe fumar en los campos de fútbol.
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Cuando había puntos positivos y negativos
Fútbol Clásico: En los campeonatos ligueros, además de las referencias de los puntos, que entonces eran dos por partido ganado en lugar de tres, también se llevaba una referencia adicional de los puntos positivos y negativos.
Los puntos positivos se sumaban cunado se puntuaba en campo contrario, un punto por empate y dos por victoria; mientras se restaban cuando se pinchaba en casa, igualmente uno por empate y dos por derrota. Evidentemente al pasarse de cero se contabilizaban como positivos y al bajarse de cero como negativos.
Estos puntos no tenían por sí mismos ningún valor, pues la clasificación se conformaba por los puntos y al final de Liga esta clasificación coincidía con la de los positivos/negativos. Sin embargo eran un buen referente para saber los equipos que habían jugado más como local que como visitante. Durante un momento de la Liga dos equipos podían coincidir en puntos, pero uno tener, por ejemplo, más negativos que otros, lo que indicaba que en lo que quedaba de calendario, ese equipo debía jugar más partidos como visitante. En algunos medios incluso se les daba más valor informativo que a los puntos, considerando los positivos/negativos como los «puntos reales».
Fútbol Moderno: Ningún medio de comunicación sigue el cómputo de positivos/negativos, algo que aunque realmente no varía la clasificación ni la determina, sí puede ser un dato orientativo. Llama especialmente la atención que no se considere este dato, cuando en el fútbol actual los medios de comunicación contempla todo tipo de dato y estadístico, algunos irrelevantes, otros engañosos y otros hasta ridículos.
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Cuando olía a Sloan (El Tío del Bigote) en vestuarios
Fútbol Clásico: Los vestuarios de jugadores olían a linimentos de sloan, siendo la marca más habitual la del “Tío del Bigote” y posteriormente los sprays como “Reflex”. Los masajistas y médicos tenían escasos recursos para atender a los jugadores lesionados, apenas estos linimentos, herramientas para coser puntos, aspirinas y, sobre todo, el “agua milagrosa”.
Fútbol Moderno: Los vestuarios de los jugadores huelen a perfumes y los masajistas y médicos llevan, afortunadamente, todo un equipo médico para atender cualquier contratiempo de algún jugador.
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Cuando las alineaciones se ponían a tiza en la tablilla
Fútbol Clásico: Las alineaciones de los jugadores, del 1 al 11, se exponían en las puertas de los vestuarios escritos con tiza en una pizarra.
Fútbol Moderno: Las alineaciones se difunden a través de recursos informáticos tanto al cuerpo arbitral como a los medios de comunicación.
muy buen resumen, como ha cambiado nuestro querido fútbol