La cota más alta alcanzada por el Cádiz CF en competición oficial fue llegar a las semifinales de la Copa del Rey en la temporada 1989/90. Sin embargo, en la temporada anterior, la 1988/89, quedó un paso más atrás en la competición copera, cayendo en cuartos de final, pese a lo cual, estuvo a punto de jugar en Europa, concretamente clasificándose para la Recopa (campeones de Copa).
Ficha del Cádiz CF de la temporada 1988-89 publicada en la revista «Interviú».
Permanencia en Primera División
Como no podía ser de otra manera, la temporada liguera 1988/89 estaba siendo angustiosa, aunque al final, como tampoco podía ser de otra manera, se conseguiría la permanencia in extremis al ganar el último partido en Murcia con un gol de Jose González.
Jose González, uno de los mejores delanteros de la historia del Cádiz CF
Copa del Rey: cuarta ronda
Sánchez Pose, jugador del Cádiz CF en la temporada 1989-90.
En la Copa del Rey, el Cádiz CF, por su condición de primeradivisionista, comienza la competición en cuarta ronda, enfrentándose al UE Lleida de Segunda División. En el partido de ida la eliminatoria se pone claramente a favor al ganarse por 1 a 3 (goles de Onésimo 2 y Mágico).
La vuelta se presenta como puro trámite y en un mal partido se pasa la eliminatoria tras empatar a dos (Barla y Onésimo). Los tres goles del equipo ilerdense los hace el delantero Sánchez Pose, lo que le servió para a la temporada siguiente fichar por el Cádiz CF.
Copa del Rey: octavos de final
En el cruce de octavos nos corresponde el Real Betis, que esa temporada descendería a segunda.
La eliminatoria es muy igualada en los dos partidos, empatándose a cero en Carranza y a dos en el Villamarín, con goles del paraguayo Eulalio Mora, que sólo jugaría cuatro partidos de Liga y estos dos de Copa.
La eliminatoria se decide en la tanda de penaltis, siendo el lanzamiento de Carmelo Navarro, exbético, el que supone la clasificación.
Carmelo y Mágico en un entrenamiento.
Las cuentas para llegar a Europa
Con tan sólo dos eliminatorias disputadas, el Cádiz CF se mete en cuartos de final, donde toca en suerte el Real Valladolid. Las otras tres eliminatorias son Real Madrid – Real Club Celta, At. Madrid – FC Barcelona y RCD Mallorca – RC Deportivo de La Coruña (ambos de Segunda). Y esto es lo que hace que el cadismo comience a echar las cuentas y poner la vista en Europa. Primero tomándoselo de cahondeo, como siempre, pero al rato ilusionándose con viajar por Europa con el equipo amarillo.
Real Valladolid.
Real Madrid y FC Barcelona son los claros favoritos para colarse en semifinales, pero ninguno ocuparía la plaza en la Recopa por la competición copera, pues el FC Barcelona la jugaría por su condición de Campeón de la la competición, y el Real Madrid era claro favorito para ganar la Liga y clasificarse para la Copa de Europa. Pero lo más esperanzador es el enfrentamiento entre los dos equipos de segunda. Todo esto hace presagiar que si el Cádiz CF pasa la eliminatoria frente al Real Valladolid sería muy probable cruzarse en semifinales frente a uno de los dos equipos de Segunda. Y la victoria ante cualquiera de ellos supondría automáticamente la clasificación para la Recopa. Sólo la llegada a la final del At. Madrid impediría esta posibilidad. En Cádiz no se habla de otra cosa.
Copa del Rey: cuartos de final
El partido de ida jugado en Zorrilla acaba con una ajustada victoria pucelana por 2 a 1 (Mágico), dejando la eliminatoria muy abierta para el partido de vuelta. El Real Valladolid es un buen equipo, entrenado por Vicente Cantatore y con jugadores contrastados como Fonseca, Minguela, Jankovic, Cuaresma o Ravnic; y jóvenes promesas como Fernando Hierro, Gabi Moya o Peña.
Fernando Hierro en el Real Valladolid.
Pese a todo, en el partido de vuelta, jugado en Carranza el sábado 22 de abril de 1989, un animoso Cádiz CF consigue ganar en con un gol del defensa Cortijo.
Alfonso Cortijo en la temporada 1986-87.
La eliminatoria queda igualada, pues entonces los goles fuera en caso de empate no tenían valor doble. David Vidal, que había tomado la dirección del equipo en sustitución de Senekowisch, presentó la siguiente alineación: Bermell; Linares, Carmelo, Oliva, Cortijo; Manolito, Canillas, Barla; Onésimo, José y Mágico González. Durante el partido entraron Villa por Barla y Montero por Mágico.
Tras una infructuosa, pero vibrante prórroga, hasta el extremo que el presidente vallisoletanos sufre una lipoimia, se llega al lanzamiento de penaltis. Y aquí finaliza la historia. Pues si ante el Real Betis fue Carmelo Navarro quien decidió la eliminatoria marcando el lanzamiento decisivo, en esta ocasión el “Beckembauer de la Bahía” vuelve a ser determinante, pero ahora en sentido negativo, pues falla el lanzamiento final. Es una noche muy triste, pues lo que en principio sonaba a broma (el Cádiz CF en Europa), se había convertido en ilusión. Una ilusión que se desvanecía y dejaba toda la fuerza y ánimo en conseguir la permanencia.
No puedo ser, pero se estuvo muy cerca
La desilusión se convertiría en rabia cuando el desarrollo de la competición copera confirmaba todos los presagios: el Real Valladolid sería correspondido en el sorteo con el equipo de segunda clasificado, el RC Deportivo de la Coruña, al que eliminaría, para terminar enfrentándose al Real Madrid en la final. Las previsiones siguieron cumpliéndose, pues el Real Madrid ganaría la Liga, clasificándose para la Copa de Europa. Todo esto haría que finalmente el Real Valladolid se clasificara para jugar la Recopa. Nuestra Recopa.
https://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2016/09/magico-y-carmelo.jpg288300Manuel Granado Palmahttps://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2021/10/logo-efyma.pngManuel Granado Palma2016-09-09 17:19:012016-09-09 18:23:46El Cádiz CF estuvo a punto de jugar en Europa
La Liguilla de la Muerte con la que se salvó el Cádiz CF del descenso a Segunda en 1987 (a costa del Racing de Santander), después de quedar último de la Liga Regular, ha quedado en el imaginario cadista como el gran invento de Irigoyen, como una triquiñuela para adulterar la competición y lograr la permanencia cuando el equipo estaba descendido. Sin embargo, la realidad es que aquella Liguilla de la Muerte fue una respuesta de máxima justicia deportiva, precisamente para no adulterar los principios normativos con los que se había iniciado la competición.
Manuel de irigoyen, presidente del Cádiz CF
Pero muchos cadistas, posiblemente por aquello del orgullo de la “picaresca” e “ingenio” gaditano, parecen sentirse más orgullosos de pensar que aquel año el equipo se salvó por la cara que por justicia deportiva.
Vayamos a los hechos:
En la temporada 1986/87, el Cádiz CF repite por primera vez en Primera División, donde se ha aprobado un nuevo formato de competición.
Recordar que todavía no había victoria de tres puntos, sino de dos.
Nuevo formato de competición
Para esta temporada, la Primera División se reduce de 20 a 18 equipos, pero la gran novedad es que la Liga Regular no determinará directamente la clasificación, sino que después se deberán jugar tres Liguillas (Play Off) de seis equipos cada una, según la clasificación de cada equipo, arrastrándose los puntos de la Liga Regular.
– Los 6 primeros jugarán una Liguilla por el título y los puestos de Europa.
– Los 6 intermedios se juegan un puesto para la Copa de la Liga, que sería un triangular entre el campeón de Liga, el de Copa y el de esta fase. Al final no se llegó a celebrar.
– Los 6 últimos se disputan los tres puestos de descenso.
El Cádiz CF en la Liga Regular
Mágico y Juan José
En una mala segunda vuelta, el equipo se hunde en la clasificación y el aficionado responsabiliza especialmente al entrenador Manolo Cardo y Mágico González, que regresaba esta temporada de Valladolid y un año inactivo.
Cardo es destituido a falta de 3 jornadas, siendo sustituido por Milosevic.
Es seguro que el Cádiz CF quedará entre los seis últimos y que deberá jugar esa Liguilla de Descenso, pero es importante hacerlo con el máximo de puntos posibles.
Al finalizar la Liga Regular el Cádiz CF queda último a dos puntos del penúltimo y cuatro de la salvación, pero ésta todavía es posible con la Liguilla de Descenso.
La Liguilla de Descenso (Play Off de Descenso)
La Liguilla de Descenso la juegan Athletic Club (31 puntos) , UD Las Palmas (29), At. Osasuna (27), Racing de Santander (26), CE Sabadell (25) y Cádiz CF (23).
El Cádiz CF lo tiene muy complicado para evitar una de las tres plazas de descenso. Tiene que salir a ganar cada partido, pues los empates no valen, lo que le obliga a arriesgar demasiado.
Tras las cuatro primeras jornadas de la Liguilla de Descenso, la permanencia queda a seis puntos. El Cádiz CF está sentenciado, resulta prácticamente imposible evitar uno de los tres puestos de descenso y el equipo baja los brazos y se da por vencido. Debutan muchos canteranos, pues el Cádiz CF «B», entrenado por David Vidal, tenía una de las mejores horandas de jugadores de la historia cadista.
Cádiz CF «B» 1986/87. Maye, Raúl Procopio, Fernández, Cortijo, Jose Glez., Calderón, Barla, Escobar, Bola, Rafael, Poli. Foto de Cadistas1910.
Modificación de última hora de la LFP
En este tramo de la temporada, la LFP adecide recuperar para la próxima temporada la Liga de 20 equipos, por lo que se acuerda que en la actual sólo descienda uno, el último clasificado de la Liguilla de Descenso, o sea, el Cádiz CF.
Jurídicamente esto es un disparate, y deportivamente una clara adulteración de los principios normativos con los que se inició la competición. No se puede cambiar el sistema de competición cuando ésta ya está finalizando.
Respecto a los ascensos de Segunda a Primera no se producía ninguna alteración, pues seguían ascendiendo los tres equipos que se habían estipulado al inicio de la competición.
La justa reclamación del Cádiz CF
Todo parece claro para todos, excepto para Manuel de Irigoyen, que está en pleno proceso electoral a la presidencia del Cádiz CF, por lo que actúa como presidente en funciones y como federativo de la RFEF.
Con el asesoramiento de Camilo Liz, Irigoyen denuncia la modificación de las condiciones iniciales de la competición durante su transcurso, lo que implica una clara adulteración de la misma.
Argumenta que de haberse sabido desde el inicio de la competición que sólo descenderia el último clasificado, la planificación hubiese sido muy distinta, pues ésta cambiaría radicalmente de tener como objetivo no quedar entre los tres últimos, a evitar sólo el último lugar.
Incluso el planteamiento en los partidos de la Liguilla de Descenso hubiese sido diferente, pues ya no se hubiese tenido que salir tan a “tumba abierta” y los empates se hubiesen tenido mucho más valor.
Ante esta perspectiva, Irigoyen propone una nueva Liguilla entre los tres últimos clasificados partiendo todos con cero puntos. Al principio nadie se lo toma en serio, pero los argumentos jurídicos son muy sólidos y finalmente la RFEF es convencida de la justicia de la reivindicación cadista e insta a la LFP a formalizar esa Liguilla entre los tres últimos clasificados.
Todo esto se gestiona mientras se disputan los últimos partidos de la Liguilla de Descenso.
A todo esto, Manuel de Irigoyen sale reelegido presidente ante la candidatura de Mariano Pastrana.
A falta de dos partidos de la Liguilla de Descenso, Milosevic dimite y se nombra a David Vidal, hasta entonces segundo entrenador y entrenador del Cádiz CF “B”.
La Liguilla de Descenso finaliza con el Cádiz CF en último lugar, acompañado del Racing de Santander y At. Osasuna. Según lo establecido al inicio de la competición, deberían descender los tres; pero de acuerdo a la última modificación descendería sólo el Cádiz CF.
Se aprueba la Liguilla de la Muerte
Finalmente se aprueba que descenderán los tres últimos, At. Osasuna, racing de Santander y Cádiz CF, tal y como estaba estipulado, y posteriormente se jugará una Liguilla de Ascenso entre ellos para determinar el ascenso de los dos primeros, que permanecerán en Primera División, quedando el tercero en cuestión en Segunda División. Por ello, puede decirse que en esta temporada el Cádiz CF certifica un descenso a Segunda y un ascenso a Primera unas semanas después.
Esta Liguilla pasa a ser conocida popularmente como “Liguilla de la Muerte”.
En el Racing de Santander venía destacando el joven extremo Álvaro Cervera, que en el último tramo de la temporada 2015/16 firmó como entrenador del Cádiz CF, consiguiendo el ascenso a Segunda División.
Se establece que la Liguilla de la Muerte se juegue entre los tres equipos por el sistema de Liga de todos contra todos, pero a partido único, jugando cada equipo un partido fuera y uno dentro, por sorteo. El sorteo establece el siguiente calendario:
Para solventar posibles empates al final, se acuerda los lanzamientos de cinco penaltis después de cada partido, independientemente del resultado, con el fin de utilizarlos en caso de empate final a puntos y goles.
El sorteo perjudica al Cádiz CF, pues en el último partido puede acordarse un resultado beneficioso entre los otros dos contendientes.
La Liguilla de la Muerte
Ahora debe disputarse la Liguilla de la Muerte para determinar qué dos equipos recuperan la Primera División y cuál consuma el descenso a Segunda.
Racing de Santander 1 – Cádiz CF 1
En el primer partido, el Cádiz CF empata a uno en El Sardinero, con gol de Barla, uno de los jóvenes que incluye David Vidal en el equipo, junto a otros jóvenes, como el portero Jaro y Calderón.
Barla, autor del gol en Santander
En la tanda de penaltis se impone el Racing de Santander se impone por 4 a 3.
Crónica del Racing de Santander 1 – Cádiz CF, en ABC
Cádiz CF 1 – At. Osasuna 1
En el siguiente partido, en Carranza frente al At. Osasuna, el Cádiz CF se lo jugará todo. Es un partido a vida o muerte, uno de los más intensos y vibrantes de la historia del Club. La victoria garantiza la Primera División; la derrota la confirmación del descenso a Segunda; y el empate lo deja todo en el aire pendiente de la última jornada que enfrenta al At. Osasuna y Racing de Santander.
En este segundo partido, el Cádiz CF repite el empate a uno en Carranza (gol de Mágico de penalti) frente al At. Osasuna en un partido agónico, pues el Cádiz CF termina jugando con nueve jugadores (expulsiones de Pedraza y Arreitu) y el árbitro prolonga el partido durante ¡trece minutos! El empate es celebrado como una victoria por tan angustioso final.
Crónica del Cádiz CF 1 – At. Osasuna 1, en ABC
Toca el turno a los lanzamientos de penaltis, a los que nadie otorga importancia, pero que podrían ser definitivos a favor del Cádiz CF, pues de ganar por dos goles de ventaja, tendría asegurada la Primera División, pasase lo que pasase en el último partido.
El Cádiz CF llega al último penalti con ventaja de dos goles. Si marca se asegura la Primera División. Nadie es consciente de este hecho. Para sorpresa de todos lo lanza el portero Jaro y pega en el larguero. Nadie echa cuenta y la fiesta sigue. Al día siguiente, todos se dan cuenta de tal circunstancia y reconocen el desconocimiento.
At. Osasuna 2 – Racing de Santander 0
En el último partido, que disputan en Santander el Racing y el At. Osasuna, sólo hay una posibilidad negativa para el Cádiz CF: que empaten a más de un gol y que el At. Osasuna gane la tanda de penaltis.
La retransmisión radiofónica del partido es seguida en toda la ciudad con gran expectación.
Todo sale bien, pues el At. Osasuna gana por 2 a 0 con goles de Martín (ídolo en Cádiz). Con este resultado, At. Osasuna y Cádiz CF recuperan la Primera División y el Racing de Santander confirma su descenso a Segunda, donde aún hoy se sigue considerando una injusticia.
Crónica del At. Osasuna 2 – Racing de Santander 0 en Mundo Deportivo
Con este emerger in extremis, el Cádiz CF comienza a ser conocido como el «Submarino Amarillo«.
Todo Cádiz celebra la permanencia más agónica y sorprendente de la historia del fútbol español, lo que no quita que hubiese sido completamente contrario a derecho el descenso directo del Cádiz CF por quedar último cuando la competición se inició con el acuerdo de que descenderían los tres últimos.
Es cierto que de no ser por las influencias de Irigoyen en la Federación, el Cádiz CF hubiese descendido, pero su reclamación era tan peregrina como justa. Así que a desterrar ese falso mito de que aquella temporada de 1986/87 el Cádiz CF se quedó en Primera por la cara y el invento de la Liguilla de la Muerte. Se quedó por justicia.
https://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2016/06/barla-86-87.jpg361644Manuel Granado Palmahttps://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2021/10/logo-efyma.pngManuel Granado Palma2016-06-02 16:43:222017-06-15 14:10:03La Liguilla de la Muerte
Jugar al fútbol está bien; jugar al fútbol en la playa, mejor; jugar al fútbol en las playas de Cádiz, no tiene precio.
Quien no haya jugado al fútbol en las playas de Cádiz no sabe lo que es disfrutar de este deporte en su grado summun. Los mejores jugadores de la historia podrán presumir de haber jugado en los más grandes y emblemáticos coliseos futbolísticos, pero pocos, muy pocos de ellos habrán tenido el privilegio de dar patadas a un balón en las playas de Cádiz. Sólo algunas genialidades del fútbol como Mágico González o Pepe Mejías saben lo que es eso. Pero lo mejor de todo es que para disfrutar de este maravillosos privilegio no hace falta ser una gran estrella del fútbol, más bien todo lo contrario…al
Jugar al fútbol está bien; jugar al fútbol en la playa, mejor; jugar al fútbol en las playas de Cádiz, no tiene precio.
Quien no haya jugado al fútbol en las playas de Cádiz no sabe lo que es disfrutar de este deporte en su grado summun. Los mejores jugadores de la historia podrán presumir de haber jugado en los más grandes y emblemáticos coliseos futbolísticos, pero pocos, muy pocos de ellos habrán tenido el privilegio de dar patadas a un balón en las playas de Cádiz. Sólo algunas genialidades del fútbol como Mágico González o Pepe Mejías saben lo que es eso. Pero lo mejor de todo es que para disfrutar de este maravillosos privilegio no hace falta ser una gran estrella del fútbol, más bien todo lo contrario…
En este artículo se trata de describir las, hasta ahora, “Reglas no escritas del Fútbol en la Playa”. No hay que confundir con el “Fútbol – Playa”, que está reconocido por FIFA, y que tiene su propias Reglas del Juego y sus campeonatos nacionales e internacionales. Sin embargo, el “Fútbol-Playa” tiene muy pocas similitudes con el Fútbol, principalmente porque se juega sobre una superficie irregular (arena seca), pero tampoco coincide en el número de jugadores, ni medidas, ni tamaño de porterías, ni balón, etc.
El Fútbol-Playa no tiene nada que ver con el Fútbol EN la Playa.
La principal dinámica del juego pasa por levantar el balón y patearlo, bien sea para pase o para disparo de volea. Por el contrario, el Fútbol en la Playa nos lleva a la máxima esencia del Foot-Ball, a sus orígenes…
Las playas de Cádiz
Cádiz tiene más de siete kilómetros continuos de playa, entre Santa María del Mar, Victoria y Cortadura hasta Torregorda. Y eso sin contar Torregorda, continuación de Cortadura, ni la mítica Caleta, en la zona centro de la ciudad. Y lo mejor no es la longitud, sino la anchura, con cerca de cien metros de arena seca y otros cien metros (o más, dependiendo de los coeficientes de mareas) de arena humeda (“mojá”). La zona de arena seca es siempre la misma, pues la marea nunca llega a ella; pero la zona de arena “mojá” aumenta o disminuye dependiendo de si la marea está bajando o subiendo.
Las mareas en invierno tienen mayor coeficiente que en verano, por lo que es importante conocerlas para saber con el espacio de arena con el que se cuenta al empezar el juego, así como saber si la marea va subiendo (disminuye el espacio de juego) o bajando (va aumentando el espacio de juego).
Las Reglas No Escritas del Fútbol en la Playa
Las Reglas del Fútbol en la Playa no existen, ni espero que existan, ni siquiera después de este artículo. Aquí sólo se trata de plasmar algunas de los convencionalismos más extendidos.
El Fútbol en la Playa es la mayor expresión de la esencia del Foot-Ball, allá por mediados del siglo XIX, el que se jugaba en los campos y patios de los Colleges británicos. No hay unas reglas del juego escritas, sino que se suponen e incluso se improvisan sobre la marcha. Tampoco hay árbitro, ni falta que hace.
El No Árbitro
En los partidos de Fútbol en la Playa no hay árbitro. Volvemos a la esencia del Foot-Ball. En realidad, lo único que hay que arbitrar son los goles y las faltas. Las demás reglas del juego, sobran en la playa. Y son dos cuestiones que pueden llevar a agrias discusiones. Hay que considerar que las porterías, como se verá más adelante, no existen como tal, por lo que en ocasiones es complicado saber si ha sido gol o no. En cualquier caso, esto tampoco supone mayor problema, pues cada uno es libre de llevar la cuenta de goles que le da la gana, siendo bastante freucente que a la finalización del partido hayan ganado los dos equipos.
Lo de las faltas es otro tema. Por lo general no hay faltas, no porque no las haya en sí, sino porque es raro que se acuerden. Las faltas suelen ser marcadas por el jugador que la recibe (volvemos a la esencia del Foot-Ball), que con gesto de desagrado se vuelve, brazos en alto, hacia su rival en señal de reprobación, indicándole sus malas artes. Lo malo es que, a veces, algún no adaptado resulte demasiado delicado, poniéndose pesado con tanta faltita, por lo que se termina pasando de él. Otras veces es algún espabilao pejiguera quien se autodesigna como regulador del juego. Hasta los huevos se suele terminar de él, siendo mandado educadamente al mismísimo carajo, salvo que sea el dueño del balón, claro.
Que eso es otra, el balón. ¿Quién lo lleva? Lo normal es que el grupo de amigos haya hecho un escote (porra, fondo, etc.) para comprar uno; o que haya algún amante de la filantropía que ofrezca generosamente tan preciado bien futbolero. Pero vamos, que tampoco sería de extrañar que después de estar todo organizado, no hubiese balón.
Los equipos
Los jugadores se reparten en dos bandos (o tres, si se juega un «rey de pista»), pudiendo los equipos desde dos hasta infinitos jugadores, dependiendo de la cantidad de gente congregaday del espacio de playa que permita la marea. El reparto puede ser por grupo establecido, por sorteo, o por elección según dos “capitanes”, que van eligiendo alternativamente a sus jugadores. Los primeros elegidos, los portero; y los últimos, los más “malos”, que reciben su destino con un clásico “lo sabía…”
Es muy posible que durante el transcurso del partido vaya llegando más gente, en cuyo caso tendrán que esperar a ser pares para repartirse equitativamente entre los dos equipos. También depende de la jerarquía del nuevo, pues si es un “peso pesado” del grupo, entra a jugar directamente, por lo general con el equipo más débil. El problema está en cuando el personal inicial del partido ya lleva jugando un buen tiempo y comienza a acusar el cansancio; y de repente se cuela uno o varios notas frescos que arrasan sobre los exhaustos.
También es bastante frecuente que se vaya retirando gente del partido a medida que avanza en el tiempo y se acumula el cansancio, pues hay partidos que pueden durar toda una mañana. A veces los que terminan el partido nada tienen que ver con los que empezaron.
Las porterías
Por llamarlas de alguna manera, pues también se vuelve a la máxima esencia de los pioneros del Foot-Ball. Salvo partidos de gente ya muy veterana y organizada, que llevan los postes y hasta larguero (generalmente una cuerda) merced a la manufactura de algún voluntario con un taller o similar, lo normal es jugar sin postes como tal y, por supuesto, sin larguero.
Las marcas de las porterías se señalan entonces con mochilas, camisetas, monturrios de arena, etc. a una distancia previamente establecida, que se mide con pasos. No es de extrañar que durante el partido el ancho de alguna portería vaya menguando misteriosamente, lo que termina siendo descubierto por el equipo contrario con un “Quillooooo, cohoneeeeee, esa portería es mu chicaaaaaa”.
En verano los postes apenas son visibles, pues la gente va con lo puesto, pero en invierno los postes pueden llegar a ser más anchos que la propia portería. Gran dilema cuando el balón pasa por encima de alguno de los monturrios que hace de poste, ¿gol?, ¿fuera?: ¡goluy!
No menor dilema es establecer la altura de la portería, pues como ya se ha dicho, no hay larguero. La altura de la portería suele venir determinada por la altura del portero, entendiéndose que es “alto” si el portero no llega al balón pese a saltar con lo brazos estirados. En este sentido, conviene poner de portero a un bajito…
¿Quién se pone de portero?
Las zonas de España donde se juega al fútbol en la playa suelen ser canteras de buenos porteros, como sucede en las playas del Cantábrico. El terreno arenoso facilita la amortiguación de las caídas, y los que ejercen de porteros tienen más posibilidades de tirarse a por el balón. Sin embargo, en Cádiz nunca ha habido tradición de porteros. Es más, uno de los principales problemas para iniciar un partido es quién se pone de portero.
Si hay voluntarios para ponerse de portero, bien, pero si no se quiere poner nadie (lo más normal) hay varias alternativas: se juega sin portero (portería chica), se juega con portero-delantero o se va cambiando de portero.
Cuando nadie se quiere poner de portero, se suele acordar jugar con “porterías chicas”, que vienen a ser de entre uno y tres metros, dependiendo del número de jugadores. Con las porterías chicas se suele acordar que “no vale marcar desde lejos” (la distancia es aleatoria) o que hay que marcar desde dentro de un área marcada en la arena, o incluso que sólo valen goles de cabeza. El juego con portería chica es para birgueros del balón, pues requiere mayor técnica, salvo en jugadas donde se amontona gran cantidad de gente delante de la portería y la jugada termina con un «pepinazo» de mosqueo de algún delantero. Otra característica de jugar con portería chica, sin portero, son los penaltis por mano. estos penaltis se suelen tirar desde una distancia acordada y con un defensor ejerciendo de portero, pero adoptando una postura y tener que mantenerla sin poder moverse durante el lanzamiento. Siempre hay una rodillita que baja sibilinamente para detener el balón. Eso sí, no vale «cañonazo».
Tampoco es descabellado pensar en un equipo jugando con “portería chica” y otro con “portería grande” y portero, que para eso lo tiene.
Otra posibilidad es acordar jugar con portero pese a que nadie quiera ejercer en tal posición, en cuyo caso se suelen establecer turnos, de manera que según un criterio todos los jugadores del equipo (menos los “gafas”) van rotando por la portería. El criterio puede ser por tiempo, que controla el que se va poniendo de portero; o cada vez que se marca o recibe un gol. Este segundo criterio es más problemático, sobre todo con el tema de cambiar con gol recibido, pues las ganas de quitarse de portero hace que se produzcan goles sospechosamente fáciles.
1981: Milosevic (entrenador del Cádiz CF), Mané (jugador) y David Vidal (segundo entrenador) en un entrenamiento en la playa de Cádiz.
El terreno de juego
No hay dimensiones establecidas. Ni tampoco se marcan límites, si acaso, se marcan sobre la arena las líneas de fondo y de gol. La longitud se establece dependiendo del número de jugadores. Primero se coloca las señales de una porería, donde se comienza el peloteo; y los del otro equipo se distancian lo suficiente para poner la otra. En ocasiones se pasan de largo, escuchándose el sonoro grito de “Illoooooo, onde va, cohone”.
Y el ancho viene marcado por la arena seca por un lado y el agua por otro, pero no de forma rigurosa, pues se puede jugar por ambas partes, con las limitaciones que suponen.
Cuando el balón va a la arena seca
Cuando el balón se aleja mucho por la arena seca, se suele dejar al que lo persigue, pero siempre hay algún “fatiga” que le sigue presionando, lo que conlleva que el primero coja el balón con las manos y a su antojo diga “fuera”. Son momentos de mucho esfuerzo físico y los que se lo sufren terminan la jugada para el arrastre, incluso tirados en la propia arena durante un rato hasta recuperar el oxígeno.
Cuando el balón va al agua
Por el agua suele pasar algo parecido. Cuando el balón se disputa por la zona más orillera no suele haber problema, pero éstos surgen cuando el balón llega a zonas más profundas de agua. En este sentido es importante si se está jugando calzado o descalzo. Los que llevan “tenis” (zapatillas de deporte), al principio del partido se suelen frenar al llegar al agua para no mojarse, aunque a medida que avanza el mismo y se van mojando, terminan metiéndose hasta los tobillos. Los que van descalzos tienen menos problemas, claro, y abusan de su condición.
En ocasiones, se pega un patadón hacia el agua para cortar una jugada y que no pueda seguir el avance. También es normal salpicar de agua al que intenta presionarnos o quitarnos el balón. Y luego está el listillo, que, a su bola decide coger el balón para sacar con las manos.
El Fuera de Juego
¿Quéeeeeeeeee?
Equipamiento
Los equipos no se diferencian entre ellos con equipaciones de colores diferentes, es más, lo normal es que se juegue sin camiseta, sobre todo en los mese de verano.
Respecto al calzado, es bastante frecuente jugar descalzo, lo que conlleva un cierto riesgo, sobre todo cuando hay rivales que juegan calzados. Lo normal es establecer que todos jueguen calzados o descalzos, pues en alguna ocasión se cuela algún “impresentable” calzado no ya con unas livianas zapatillas, sino hasta con botas de tacos.
El tiempo de juego
El partido no tiene tiempo de final, pues se acaba cuando la gente ya está harta, cuando hay cabreo o, en el mejor de los casos, cuando se llega a un número de goles determinado, que normalmente se suele establecer durante el partido. En ocasiones se decide “el que marque gana”, de manera que, independientemente del resultado, el que marque el próximo y último gol, gana el partido. Puede haber tantos goles, que llega un momento que se pierde la cuenta. En ocasiones el premio para el ganador es que “se queda con la playa”.
Lo mejor del partido
Lo mejor del partido es el baño final, o intermedio, que da vida para seguir jugando, o para pasar del partido y echarse en la arena a tomar el sol, comentando el partido con unos litritos de cerveza y una bolsa de patatas fritas.
https://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2016/05/1981-Milosevic-Mané-y-Vidal.jpg436600Manuel Granado Palmahttps://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2021/10/logo-efyma.pngManuel Granado Palma2016-05-21 11:12:482017-10-25 17:08:12Reglas no escritas del Fútbol en la Playa (no Fútbol-Playa)
¡Cuánto ha cambiado el fútbol en los últimos años! O ¡qué poco! Quien sabe…
Continuamos repasando “cosas del fútbol que se han perdido”. A los diez puntos del Capítulo I, ahora se aportan otros diez más. Y seguimos…
Cuántas «cosas que se han perdido» nos recuerda la F.R.A.C. ¡Qué grandes!
Estos nuevos cambios son los siguientes:
Cuando sólo había una primera y una segunda equipación.
Cuando no había ni cánticos, ni tifos, ni mosaicos, etc.
Cuando la formación para la foto era digna y no de “cagalera”.
Cuando sólo jugaban dos extranjeros por equipo.
Cuando se tiraba al suelo para “barrida” de balón.
Cuando se daban patadas, no pisotones.
Cuando se chutaba con el empeine, no con el interior.
Cuando se jugaba con extremos.
Cuando se jugaba con “líbero”.
Cuando el socio era socio y no abonado
Machicha (Cádiz CF) y Potele (Rayo Vallecano) con camisetas de máxima simpleza y sin escudo.
Cuando sólo había una primera y una segunda equipación
Fútbol Clásico: Cada equipo sólo tenía una primera equipación, la oficial y una segunda. No más. Y normalmente eran de algodón, que se empapaban en sudor a las primeras carreras. Era lo que había, hasta el punto de ser normal que la misma camiseta se usara para todo el partido, sin cambiarla en el descanso por muy sucia, sudada y pringada que estuviese.
Fútbol Moderno: Los equipos mantienen grosso modo una primera equipación, aunque cada temporada cambia el diseño y hasta la composición de los colores; y la segunda ya no es fija, ni siquiera en el color. Pero es que, además, también hay tercera, cuarta y hasta quinta equipación. Y siempre hay camisetas de repuesto por si hay que cambiarla. Cualquier club, por modestos que sea, tiene registrados sus símbolos, como el escudo, y suelen tener mecanismos de ventas de sus productos, generalmente a través de una Tienda Oficial.
Reseña histórica: El cambio fundamental se produce durante la década de los noventa, cuando las empresas encuentran en el fútbol un magnífico escaparate publicitario.
Kiko (Cádiz CF) luciendo una de las camisetas más estrambóticas de la historia del fútbol español.
Las primeras en aprovecharse de esta sitaución son las marcas deportivas que surten a los equipos, que encuentran un escenario perfecto en un doble sentido: publicitario (promocionar la marca en las camisetas) y comercial (vender camisetas). Con este «descubrimiento» se desencadena una gran vorágine que hace que las casas comerciales intenten destacar sobre las demás y se diseñen camisetas de lo más estrambóticas.
Por otro lado, las televisiones cada vez ofrecen más partidos, lo que hace que las marcas publicitarias puedan alcanzar a millones de personas. Consecuencia de ello es la invasión del fútbol por la mercadotecnía, donde todo es susceptible de ser vendido como “marca de Club”, desde los productos propiamente deportivos, como camisetas, calzonas, chandals, balones, etc. hasta cualquier objeto del ámbito comercial que sea, desde papelería, hogar, textil, informática, etc. Esta vorágine comercial también influye en el material de las camisetas y en los diseños vangardistas, preferentemente con capacidad para resaltar la musculatura del jugador, de ahí, por ejemplo, la “moda” de las camisetas ajustadas al cuerpo, muy similar a los años veinte.
Cuando no había ni cánticos, ni tifos, ni mosaicos, etc.
Fútbol Clásico: El ambiente en las gradas era completamente distinto al actual. Los gritos de ánimo al equipo eran muy simples y directos, consistentes, básicamente en gritar el nombre del equipo y, si acaso, algún “alabín-alabán” o algo similar. Tampoco había tifos, ni mosaicos, ni nada de eso, a lo sumo había algún aficionado ondeando una bandera o algún otro con un bombo, para tortura de los que estaban alrededor. También era bastante típico encontrar a un par de «avanzados» portando una pancarta con alguna «ingeniosa» frase, generalmente en verso. Eso sí, había pañuelo, pañuelos blancos, que eran sacados bien fuera como señal de protesta o todo lo contrario, como gesto de admiración a una gran jugada o gran gol.
Fútbol Moderno: Actualmente, sobre todo desde las gradas de animación o de grupos “ultras”, se alienta al equipo con un gran repertorio de cánticos, que son cantados al unísono, creando un ambiente espectacular.
La inspiración de estos cánticos ha venido especialmente de las hinchadas sudamericanas, sobre todo de equipos argentinos y, también de algunas hinchadas italianas e inglesas. También se han incorporado los tifos, mosaicos y similares, formados en las gradas por los aficionados. Debido a la pérdida de la costumbre de llevar pañuelo, también se ha perdido la clásica costumbre del flamear de pañuelos.
Fútbol Clásico: La formación del equipo inicial para la foto era con una pose digna, recogida de la tradición Lo habitual eran seis jugadores de pie, con el portero en un lateral, y cinco delante agachados. Entre los agachados alguno tenía el balón y a veces, hasta redondeaban la formación con una uniformidad de poses, como por ejemplo hincando una rodilla en tierra.
¿Tan difícil es posar así, de una forma elegante?
Fútbol Moderno: Las poses actuales son de vergüenza, pues los jugadores de delante no están agachados, sino semiagachados, de tal manera que, además de medio tapar a los compañeros de detrás, adquieren una postura grotesca y ridícula. Y hasta obscena.
¡Vaya pose ridícula las de los «once» de ahora!
Cuando sólo jugaban dos extranjeros por equipo
Fútbol Clásico: Casi todos los jugadores eran nacionales, pues sólo estaban permitidos dos extranjeros (posteriormente tres) por equipo.
Fútbol Moderno: Es fácil ver equipos donde apenas hay jugadores nacionales, incluso no hay ninguno.
Reseña histórica: La admisión de jugadores extranjeros en el fútbol español ha sufrido muchas variaciones, pero siempre ha habido momentos de más o menos apertura, hasta que se cierra totalmente en 1962, situación que se mantuvo hasta 1973. Durante estos años, los clubes de fútbol españoles no podían tener jugadores extranjeros, salvo los que se nacionalizaban o acreditaban tener familiares o ascendentes españoles (oriundos, «timo paraguayo«). En 1973 se perimitió a cada club disponer de dos fichas de jugadores extranjeros, siendo Johan Cruyff (fichado por el FC Barcelona) uno de los primeros en llegar. Posteriormente se aumentó a tres extranjeros por equipo y poco después se amplió a cuatro, aunque sólo podían coincidir tres en el terreno de juego.
Hasta 1995, en la mayoría de las competiciones nacionales había un límite de jugadores extranjeros por equipo, ya fuese en el total de la plantilla o en el once inicial. El cambio radical se produce a partir de la sentencia del “Caso Bosman”.
El Caso Bosman surge cuando un jugador belga, Jean Marc Bosman, denuncia a la Federación Belga y UEFA por incumplir el Tratado de Roma de 1957. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó a su favor declarando ilegales las indemnizaciones por traspasos y los cupos de jugadores extranjeros en los Estados de la Unión Europea. Con todo ello, en los equipos de competiciones nacionales de UEFA no hay límites de jugadores europeos, aunque sigue habiendo cupos de jugadores no comunitarios.
Cuando se tiraba al suelo para “barrida” de balón
Juan José, en la foto junto a Mágico, fue uno de los mejores laterales del fútbol español; y experto en el arte de deslizarse para «rebañar» el balón.
Fútbol Clásico: Era bastante frecuente una acción defensiva, generalmente realizada por los laterales, consistente en tirarse al suelo (con deslizamiento sobre el culo) para cortar un balón conducido por el contrario. Lo que viene en llamarse “rebañar” o “barrida” del balón. El mejor especialista en esta acción fue el lateral derecho internacional Juan José, «Sandokán», tanto en su etapa en el Cádiz CF como en el Real Madrid.
Fútbol Moderno: La acción de tirarse al suelo para recuperar un balón está prácticamente en desuso. Es una acción que no es del agrado de los entrenadores, pues de no llevarse el defensa el balón, queda fuera de la acción defensiva y el delantero se libera de él. Otra causa es que en estas acciones era normal que el defensor sacara el balón por el lateral, y se retomara la posición mientras el balón volvía a ponerse en juego; pero como ahora el balón se pone rápidamente en juego (hay muchos balones autorizados), puede quedar descolocado tras el saque rápido de banda.
Cuando se daban patadas, no pisotones
Fútbol Clásico: Cuando un contrario se escapaba, el recurso que le quedaba al defensa para que no se escapara era la patada, el “patadón”, provocando la inminente caída del jugador atacado. Era aquello de “pasa el hombre o el balón, pero nunca los dos” (Cornero). Las patadas podía ser más o menos sibilinas, para evitar la tarjeta e incluso la falta. Además, entonces no se pitaba falta por cada mínimo contacto, sino que para que se sancionara tenía que ser muy clara. Pero claro, un buen patadón al contrario generalmente era claro y evidente, por lo que pocas veces se quedaba sin sanción.
Fútbol Moderno: Ahora los árbitros son mucho más sensibles para sancionar las faltas, sobre todo en España, donde cualquier mínimo contacto es susceptible de ser considerado como falta. Y tarjeta. Para evitarlo los jugadores han desarrollado sistemas mucho más “malvados” que el simple patadón. Entre estos métodos destaca el “pisotón”: el defensor no suelta la patada clásica tan evidente y aparatosa, sino que mantiene su carrera con normalidad, pero en uno de sus pasos, pisa uno de los pies del contrario. El pisotón, a diferencia de la patada, es mucho menos apreciable, pudiendo pasar desapercibido, pues ni siquiera tiene que provocar la caída del contrario, aunque sí le deja inutilizado para proseguir su acción. Sin embargo, puede provocar lesiones mucho más grave que la patada, pues dependiendo de la posición del pie y pierna en el momento de ser pisado, puede afectar a ligamentos de tobillo o rodilla.
Cuando se chutaba con el empeine, no con el interior
Fútbol Clásico: El disparo a puerta, el “chut”, se solía hacer golpeando el balón con el empeine del pie, debido a que es donde más potencia se alcanzaba. Era lo que venía a llamarse un «pepinazo». El interior se utilizaba, preferentemente, para golpeos de precisión, como el pase, pues con este golpeo se alcanzaba menor potencia. El exterior quedaba para pases exquisitos con efecto. Todo esto por regla general, pues había jugadores, como el lateral brasileño del Real Madrid Roberto Carlos, que le pegaba con el exterior con enorme fuerza, lo que unido al efecto que alcanzaba el balón, hacían de sus disparos una tortura para los porteros rivales.
Fútbol Moderno: Actualmente cada vez es más frecuente el disparo utilizando la parte interna del pie próxima a puntera y empeine (empeine interior). Este golpeo se utiliza, sobre todo, cuando el balón está sobre el suelo, pues cuando el golpeo es en el aire lo normal es que se siga utilizando el empeine. Los futbolista más técnicos son capaces de golpear al balón con esta parte del pie y inferirle una gran potencia. Y no sólo eso, sino que el balón toma efecto y, en ocasiones una trayectoria desigual que provoca el desconcierto del portero. Uno de los grandes especialistas en este golpeo es el colombiano del Real Madrid, James Rodríguez.
Reseña histórica: La principal causa de esta modificación en el golpeo del balón es la evolución del material del que se elaboran los balones. Antes el balón era más pesado (no era impermeable) y se deformaba, por lo que prácticamente la única forma de darle potencia era golpeándolo con el empeine. Y si estaba mojado, el peso se podía multiplicar por dos.
Cuando se jugaba con extremos
Fútbol Clásico: En el sistema de juego era bastante normal el juego por bandas,
Mané, el «Monstruo», uno de los mejores extremos del fútbol español.
por los extremos, buscando el centro y el remate del clásico delantero centro. Los extremos, que jugaban por su zona natural, esto es, el diestro por la derecha (con el número 7) y el zurdo por la izquierda (con el número 11), solían ser jugadores poco corpulentos, menudos, escurridizos, pillos y, sobre todo, con mucha velocidad. No tenían prácticamente obligaciones defensivas, pues como los defensas laterales apenas subían, no tenían que desdoblarse en tareas defensivas. Otras cualidades de los extremos era el regate en carrera y el centro. Rafa Benítez lo refleja mucho mejor en este artículo en su propio Blog.
Cuando se jugaba con extremos el sistema solía ser el 4-3-3 o el 4-4-2, donde los extremos eran asistidos desde el centro del campo por los interiores (también llamados medios volantes), el derecho (con el número 8) y el izquierdo (con el número 10).
Fútbol Moderno: Las evoluciones de los sistemas de juego han degenerado hasta la casi desaparición de los extremos clásicos, que actualmente son una «especie en peligro de extinción» (Torrejón Perea). En el fútbol moderno son muy pocos los entrenadores que juegan con extremos y, los que los utilizan a veces los ponen a “pierna cambiada”, con la intención de buscar más la internada hacia el centro (diagonal) o el disparo en lugar de la llegada hasta la línea de fondo y el centro o pase atrás («pase de la mmuerte»). El extremo clásico se ha ido fusionando con el interior clásico, resultando una posición actual híbrida de ambas. Se convierte en un centrocamposta más, y aunque cae a una banda, se posiciona mucho más centrado que el extremo clásico, con mucha más participación en la construcción del juego. Y, además, tiene una gran responsabilidad defensiva, ya que deben cubrir las incorporaciones al ataque de los defensas laterales, que al tener mucho más campo por delante, suben su banda (“carrileros”) ejerciendo esa función del extremo clásico.
Reseña histórica: Para encontrar la máxima esencia del extremo tenemos que retroceder a la mitad del siglo XX, con ejemplos como Paco Gento en el Real Madrid, Basora en el FC Barcelona, Garrincha en Botafogo o George Best en el Manchester United. En España también sobresalen extremos clásicos como Amancio, Juanito, Rojo I, Carrasco, López Ufarte, Futre, Mané, Villalba, Mejías II, etc. Desde los noventa, los extremos comienzan a desarrollar funciones de interior, destacando en esta reconversión jugadores como Figo, Beckham o De Pedro.
Cuando se jugaba con “líbero
Fútbol Clásico: Otra posición defenestrada por el fútbol moderno es la del «libero», que ya no es que esté (como el extremo) en peligro de extinción (R. André), sino que ha sido extinguida. Cuando se impuso el sistema del 4-4-2, la línea defensiva quedaba compuesta por dos defensas centrales y dos laterales. Pero esos dos defensas centrales estaban claramente diferenciados, pues mientras uno de ellos ejercía fundamentalmente de “marcador”, encargándose del delantero centro rival; el otro ejercía de lo que vino a llamarse “defensa libre”, también llamado “defensa escoba” o “líbero”, teniendo como función principal resolver las desaplicaciones defensivas de sus compañeros, por lo que debía ser un jugador de gran rigor táctico. Podría decirse que entre ambos ejercían los roles de “poli malo” y “poli bueno” respectivamente. Eran complementarios. La complicidad y conjunción de estos dos jugadores era fundamental, por lo que era normal que cuando una pareja funcionaba, se mantuviese durante muchos años. En el origen de esta posición tuvo mucho que decir uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol: Franz Beckenbauer, el «Kaiser».
No sólo eran diferentes en sus funciones, sino también en sus potencialidades técnicas y físicas. Mientras el central era de gran fortaleza física, contundente en el despeje, aplicado en el marcaje y con ciertas dosis de agresividad; el líbero, sin dejar de tener podería físico, también tenía altas dotes técnicas, se podía desplazar a los laterales, era más rápido en el cruce y capaz de sacar el balón con cierto criterio.
Fútbol Moderno: Actualmente la figura del “líbero” como tal ha desaparecido, determina
Carmelo y Maradona.
do fundamentalmente por la imposición táctica del marcaje por zonas en lugar del marcaje individual. Ahora los dos centrales, o tres (en sistemas de cinco defensas con dos laterales avanzados), tienen carácterísiticas similares, basculando uno a cada lateral.
Reseña histórica: El paradigma del defensa líbero fue el alemán Beckenbauer, al que se considera uno de los principales iniciadores de esta posición. Otros líberos que han marcado historia han sido Passarella, Krol, Baresi, Koeman… Una de las parejas mejor avenidas fue la formada en la Selección Española por Goikoetxea y Maceda. En muchos casos grandes centrocampista terminaron su carrera actuando como «libero», como los alemanes Lothar Matthaus o Mathias Sammer. Pero sin lugar a dudas su máximo exponente, el alumno aventajado de el «Kaiser» fue el gaditano Carmelo, el “Beckenbauer de La Bahía”.
Cuando el socio era socio y no abonado
Fútbol Clásico: Cuando se hablaba del “socio” se hacía referencia a un aficionado que había adquirido un carné para toda la temporada, lo que le daba derecho a ir y participar en las asambleas del Club, así como votar cada cuatro años para la elección del presidente. El socio era dueño del Club, el Club era de los socios y se debía a ellos.
Fútbol Moderno: Desde que los clubes fueron obligados a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), hay que distinguir entre “socios” y “abonados”. Ahora los que antes eran “socios” han pasado a ser “abonados”, mientras que ahora los “socios” son sólo aquellos que tienen participación accionarial en el Club. Ahora los abonados (antiguos socios) ya no pintan nada, sólo les queda el consuelo del «pataleo», pues se han covertido en simples «clientes». Los Clubs, en la mayoría de los casos, están en manos de grandes empresarios o magnates, generalmente ajenos al sentimiento del Club y que utilizan con fines especulativos o como medio para potenciar sus negocios.
Reseña histórica: La conversión de los clubes en SAD se produce por imposición de la Ley del deporte 10/1990 de 15 de octubre, que fue desarrollada mediante el Real Decreto sobre Sociedades Anónimas Deportivas 1251/1999 de 16 de julio. Todos los clubes de categoría nacional, a excepción del CA Osasuna, Real Madrid y FC Barcelona debe convertirse en SAD, teniendo como plazo para hacerlo hasta el 30 de junio de 1992. Ahora los clubes ya no son de los aficionados, de los abonados (anteriores socios), que pasan a ser simples clientes, ni siquiera de los pequeños accionistas, pues lo normal es que el grueso del paquete accionaral esté en manos de grandes empresarios, especuladores y hasta agentes poco claros.
https://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2016/04/MANÉ-SE-VA-DE-CAPÓN.jpg12621719Manuel Granado Palmahttps://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2021/10/logo-efyma.pngManuel Granado Palma2016-04-16 07:50:292016-07-17 16:31:03Cosas del Fútbol que se han perdido. Capítulo II
Mágico. Hablar de Mágico en Cádiz nos traslada a la época dorada de la historia cadista en los años 80, a un mito del cadismo, a El Salvador, a Jorge «Mágico» González. Pero en este relato vamos a recuperar a otro Mágico, un Mágico muy anterior, el Mágico de los años 30 y que, curiosamente, también nos traslada a Salvador, a Salvador Espinosa de los Monteros.
Salvador Espinosa de los Monteros en sus inicio en Puerto Real
Espinosa de los Monteros era un jugador especial, un extremo con las medias caídas, con aspecto desgarbado y sensación de desgana, pero capaz de hacer maravillas con el balón en los pies. Amante de la filigrana, del regate, de revolverse sobre sí mismo, de buscar regatear a un contrario y volver a buscarlo para re-regatearlo y ridiculizarlo con una nueva finta.
Fuera del campo no era diferente, era especialmente extrovertido, sin ningún tipo de rigor o atadura, dejándose llevar por su instinto, descarado, haciendo básicamente lo que le “daba la gana”. Ni que decir tiene que esto le hizo ganarse grandes admiradores, pero también enormes detractores, que le demandaban más eficacia en su juego. Y conste que hablamos de Salvador, no del Mágico de El Salvador.
Los inicios en Puerto Real
Este Mágico de los años 30 nace en Puerto Real (Cádiz) en 1914 y desde muy niño ya demuestra unas habilidades impropias para el nuevo deporte, el foot-ball, que se extendía con gran rapidez. Con apenas catorce años ya destaca en el equipo local del Deportivo FC, recalando posteriormente en otros equipos portorrealeños, como el Juventud española FC o la Juventud Artística Deportiva, antecesor directo del Puerto Real CF, donde juega de 1931 a 1933 en diferentes partidos y torneos de carácter amistoso. Su progresión y habilidades traspasan las fronteras locales y se convierte en objetivo del Xerez FC, que se hace con sus servicios, aunque apenas llega a jugar, pues inmediatamente termina recalando en el Sevilla FC, que en esta temporada 1933/34 jugaba en segunda división, pese a lo cual ya había alcanzado un alto nivel de profesionalización. En estos momentos Espinosa cuenta con apenas diecinueve años.
Sevilla FC
La trayectoria de Espinosa en el Sevilla FC (que terminaría la temporada ascendiendo a primera división) no resulta demasiado fructífera. Por estas fechas a Espinosa ya se le conocía por el seudónimo de “El trece”, en referencia a un tatuaje que llevaba por una historia muy personal. Su juego no cambia y entusiasma a los aficionados sevillistas y a sus propios compañeros, siendo incluso felicitado personalmente por el mítico Ricardo Zamora tras un partido frente al Real Madrid. En un partido en que el Sevilla FC derrota por 4 a 0 al Deportivo Alavés, la crónica del «ABC de Sevilla» (5 de diciembre de 1933) ensalza especialmente el fútbol arte de Espinosa de los Monteros: «(…) brilló por encima de todos Espinosa de los Monteros. El extremo izquierdo merengue encontró balón en todos los terrenos y en todas situaciones, que resolvió siempre de maravilla, de modo improvisado, dándole al juego una alegría, un arte y una gracia, quizás de antecedente torero»
Sin embargo, su estancia en el equipo hispalense sólo se prolonga durante cinco partidos. Parece ser que el rigor del profesionalismo, de los entrenamientos, etc. no iban con Espinosa, lo que unido a una más que discutida lesión, le hizo tomar la decisión de quitarse de en medio. Nadie sabía qué pasaba, ni dónde estaba… Su drástica decisión también venía muy determinada porque comprobó que había jugadores con un nivel muy inferior al suyo, pero que cobraban mucho más que él, por lo que solicitó una revisión de su contrato; y como se le denegó, pues no dudó en preparar su maleta y volverse a su Puerto Real natal. El Sevilla FC lo declara en rebeldía, por lo que no puede jugar en ningún otro equipo como profesional hasta cumplir su contrato.
Amateur en equipos provinciales
Durante los dos años siguientes juega como amateur en diferentes equipos de la provincia de Cádiz, como el Jerez FC, el San Fernando FC o el Cádiz Sporting Club. El conflicto se agrava cuando en el Sevilla FC se enteran de que el jugador ha estado jugando con el San Fernando FC, que es un club federado. El equipo isleño hace oídos sordos y vuelve a alinearlo en un partido amistoso contra el Sparta de Sevilla. Este será el último partido de Espinosa en el San Fernando FC, pero no en La Isla, pues poco después se alinea con el Ath. de San Fernando; en el III Aniversario de la República juega con un combinado llamado “Juventud Republicana” frente al Cádiz SC, equipo cuya camiseta también defiende en un partido jugado en Madariaga frente al Sporting Club, en el que sobresale de entre toda la “mediocridad”, participando en los cinco goles de “su” equipo.
Cuando se considera finiquitado su compromiso contractual con el Sevilla FC, la SCD Mirandilla FC, que ya era primer equipo de Cádiz, y que iba a competir en segunda división en la temporada 1935/36, no duda en ofrecerle militar en su equipo profesional. El aficionado gaditano ya lo conoce de sobra y sabe de su arte, por lo que el fichaje es recibido con mucha expectación.
Espinosa al Mirandilla FC
SCD Mirandilla 1935/36, con Espinosa de los Monteros tumbado en el suelo
En su trayectoria en la SCD Mirandilla FC (más inofrmación en «Cádiz CF: historia resumida«), hay una anécdota que define el carácter de Espinosa. Era un partido que juega el Mirandilla en Sevilla frente a su exequipo, el Sevilla FC, que entonces tenía como gran estrella al portero internacional Guillermo Eizaguirre, el “ángel volador”, con quien posiblemente Espinosa no hizo muy buenas migas durante su etapa sevillista. Por cierto, que en aquella tarde de 1935 el partido pasaba a un segundísimo plano, pues ese día se despedía en La Maestranza el torero Juan Belmonte. Bueno, el caso es que en el lance de una jugada, a Eizaguirre se le cae su clásica gorrilla. Entonces Espinosa, que se da cuenta, acelera el paso y se acerca hacia ella. Todo hace pensar que su intención es cogerla y entregársela al admirado cancerbero. Pero nada de eso, Espinosa lo que hace es patearla y simular marcar un “gol” con ella, provocando el asombro del portero y las aireadas protestas del público.
En esta temporada Espinosa deja muestras de su máxima esencia futbolística, con jugadas maravillosas, pero también se le recrimina que en ocasiones pierda efectividad por querer adornarse demasiado, como así se refleja en una crónica de “ABC de Sevilla” con fecha 24 de septiembre de 1935: “(…) es un extremo habilísimo, tiene rapidez, tiene experiencia, sabe darle al balón, pero se entretiene, se embelesa en el dribling. Ese jugar al escondite con la pelota, pasársela de una a otra pierna, arquear el cuerpo y desmarcarse , es preciso en contados momentos: cuando el chut, por ejemplo, no encuentra sitio, y hay que aclarar el horizonte de la puerta, pero entretanto el regate es tan alegre como inútil, y por lo general, da ocasión el jugador que se entrega a su uso a que venga el contrario y le despoje de la esfera. Espinosa tiene que jugar más para el equipo y desprenderse de ese vicio de burlar al adversario con el dribling y en caso contrario la integridad física de Espinosa peligra por cuanto un jugador no puede impedir el pitorreo de esos toreros del fútbol, y tratan de alcanzarle con el borceguí y castigarle… Así lo hizo Larrinoa, quedando el popularísimo “Trece” tendido en el suelo, pero soñando todavía con la belleza, que es una sugestión suya, de poder dibujar en el césped muchos arabescos mientras en la galería crepita el aplauso y rueda por el terreno el enemigo confundido (…)”.
Cuando llega al equipo el pequeño delantero vasco Larequi, se le presenta como “otro Espinosa”. Cuando Larequi debuta en el Cádiz FC, “Diario de Cádiz”, con fecha 10 de diciembre de 1035, lo refleja con las siguientes palabras: “(…) debuta el joven interior vasco Larequi (apenas 1,5 m.), que gustó por su ligereza y rapidez. Se mueve por todos lados y es muy bullicioso. Su único problema es que es hermano gemelo de Espinosa de los Monteros (…) abusa del regate o del dribling, que viene a ser lo mismo ¡perder el balón para ilusionar a la galería!”.
Guerra Civil
Su juego no decepciona y pronto se convierte en el ídolo de la afición cadista. Espinosa tiene el honor de marcar el primer gol del Cádiz FC, aunque todavía llamado Mirandilla, en segunda división. Cuentan que en una ocasión se coló dando regates hasta dentro de la portería. Lástima que con la insurrección militar de 1936 que provocó la guerra civil se suspendieran todas las competiciones y cortase su trayectoria profesional en Cádiz. Durante la guerra, Espinosa combate en primera línea de batalla, pero se gana extras de comida y vino dando patadas a una pelota o un hatillo de trapo
Espinosa en el renombrado Cádiz FC
En 1939, tras la finalización de la guerra y la reorganización de las competiciones, vuelve al ya renombrado Cádiz FC (para más información ver artículo: “De SCD Mirandilla a Cádiz FC”) para jugar de nuevo en segunda división. Espinosa promete mayor seriedad y compromiso y jugar más para el equipo que para el embelesamiento de sus seguidores. Como él mismo reconocía en una entrevista, ¡paseaba durante media hora y me movía al final! Promete que esto no volverá a pasar. Pero nada más lejos de la realidad, Espinosa seguía siendo el mismo de siempre y su entrenador, no cuenta con él para una temporada en la que el Cádiz FC está a punto de ascender a Primera. Como comprobará el lector, la historia de Salvador nos recuerda enormemente a la del Jorge de El Salvador. En la temporada 1939/40, en la que el Cádiz FC está a punto de ascender a primera división, apenas juega partidos oficiales, volviendo a dar muestras de su clase en la temporada siguiente.
Vuelta al fútbol amateur
Salvador Espinosa de los Monteros en su regreso a la Juventud Artística Deportiva de Puerto Real
Durante las dos siguientes temporadas, ya en la frontera de los treinta años de edad, los años no perdonan, el Cádiz CF prescinde de sus servicios y debe volver al fútbol amateur. Durante la temporadas 1941/42 juega en la Real Balompérica Linense, la Balona, que milita en categoría regional y busca el ascenso a tercera. Y a la temporada siguiente, la 1942/43 juega con los equipos portorrealeños Educación y Descanso y Juventud Artística Deportiva, que compite en la segunda categoría regional. Pese a su veteranía, su clase se impone sobremanera y vuelve a encandilar al público, lo que hace que el Cádiz FC vuelva a interesarse por sus servicios
Nefasta experiencia en el Hércules de Cádiz FC
En la temporada 1942/43 el Cádiz CF había descendido a tercera división y se encontraba inmerso en una fuerte crisis económica e institucional. Para la temporada 1943/44 el Cádiz FC debe fusionarse a otro equipo gaditano, el Hércules Gaditano CF, y compite bajo el nombre de Hércules de Cádiz CF (más información en: “Hércules de Cádiz CF”). En esta situación se considera que Espinosa puede resultar un gran refuerzo para el equipo, tanto por su calidad como por su experiencia. Sin embargo, la temporada resulta desastrosa, tanto para el equipo, que termina descendiendo a categoría regional, como para Espinosa. La afición aún recordaba su clase, sus fintas y su improvisación sobre el campo, pero espinosa ya no es el de antes y el público se le echa encima por su actitud y su miedo, pidiendo su retirada. Sus regates son a cuentagotas y ya no bastan
La retirada
El día de los santos inocentes de 1943, cuando se sospecha una sanción por su bajo rendimiento, “Diario de Cádiz” sorprende anunciando la retirada de Espinosa, tras presentar una carta de dimisión a la Junta Directiva en la que asume su falta de facultades. En la propia crónica de la noticia se dice “hasta en la dimisión es original Espinosa de los Monteros”.
Se iba uno de los mejores y más emblemáticos jugadores de la historia cadista, “el Trece”, el «Mágico» de Puerto Real, Salvador Espinosa de los Monteros. Pese a todo, dos años después, volvía a “matar el gusanillo” jugando algunos partidos con el equipo en el que comenzó a despuntar, la Juventud Artística Deportiva de Puerto Real, jugando en la primera categoría regional. Salvador Espinosa de los Monteros fallecía en 1982.
https://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2015/01/Salvador-Espinosa-EL-TRECE.jpg422286Manuel Granado Palmahttps://elfutbolymasalla.com/wp-content/uploads/2021/10/logo-efyma.pngManuel Granado Palma2015-01-02 15:29:222021-10-12 11:33:57El Mágico de los años 30
Plaza de Toros de la Hoyanca, origen del fútbol en Cádiz
Cádiz CF: historia resumida. Los orígenes del fútbol en Cádiz se remontan a los últimos años del siglo XIX y primeros del XX. Ya en diciembre de 1.903 se hace un llamamiento a través de la prensa (Diario de Cádiz, 11/12/1.903) para una convocatoria en la Plaza de Toros de La Hoyanca (instalada en el terreno del actual colegio «Campo del Sur» para formar un grupo de aficionados dispuestos a organizar partidos. Apenas un mes después, el 19 de enero de 1.904 se constituye oficialmente una sociedad llamada Cádiz Foot-Ball Club, presidida por Fernando Alemán.
El nuevo sport comienza a popularizarse, teniendo especial atracción en academias militares y colegios, organizándose partidos (matchs) amistosos entre ellos. También se organizan equipos para enfrentarse a los marinos de los barcos ingleses que atracan en la ciudad.
Fundación del Cádiz Foot-Ball Club
Cádiz FC 1910
En 1.910 ya se tiene constancia de muchos equipos en la ciudad, destacando el Sporting Club, el Volante, el Gaditano FC o un nuevo Cádiz FC, que realiza su registro oficial con fecha 10 de septiembre de 1.910, considerada como fundacional del club. La mayoría de los partidos se disputan en el Campo del Hipódromo (Puntales). Sin embargo, todo el protagonismo de la década lo acapara otro equipo gaditano, el Español FC, fundado un año después, en 1.911, y que viene respaldado por el Real Club de Tiro Nacional, que pone a su disposición un nuevo campo de juego (Campo de Tiro o Campo de las Balas). Mientras que el Cádiz FC se limita a partidos amistosos intermitentes contra otros equipos locales, el Español FC se proclama Campeón de Andalucía en 1.916.
El Mirandilla: de equipo de colegio a equipo de la ciudad
Escudo de la SCD Mirandilla FC
Entre los equipos de colegios, destaca especialmente el lasaliano “San Miguel Arcángel”, conocido popularmente como “Mirandilla”, teniéndose referencias de su actividad futbolera desde 1.908. Impulsado por el animoso hermano Domingo José, el Mirandilla FC, que viste con los colores lasalianos amarillo y azul (a rayas verticales), va adquiriendo protagonismo en el panorama futbolístico de la ciudad, llegando a tener un campo propio en los terrenos del antiguo Velódromo (San Severiano) y proclamándose Campeón de Cádiz de equipos no federados en 1.917. Situación contraria viven el Español FC y el propio Cádiz FC, que mantiene una estrecha relación con el Mirandilla. Desde los años veinte, el equipo de fútbol del Mirandilla comienza a ser regido desde la Asociación de Antiguos Alumnos y en 1.923 se decide la participación en el Campeonato Regional. Para esta competición se organiza un equipo fusionado con el viejo Cádiz FC y utilizando su registro oficial. El Mirandilla FC compite en el Regional en 1.924 y 1.925, pero la experiencia es muy negativa y en 1.926 vuelve al panorama amistoso.
Años 30: cambio de nombre y guerra civil
Anuncio en «Diario de Cádiz» de inauguración del Campo de Deportes Mirandilla
Con la desaparición del Español FC en 1.929, el fútbol gaditano queda limitado a los partidos amistosos entre los diferentes equipos. En esta situación, dos equipos pugnan por coger el legado del Español, el Cádiz Sport Club y el Mirandilla FC, siendo finalmente el equipo lasaliano quien consigue imponerse, fundamentalmente por su estructura organizativa y por la construcción de un stadium en las afueras de la ciudad, el Campo de Deportes Mirandilla (terrenos del actual Colegio de Las Esclavas), que fue inaugurado el 27 de agosto de 1933.
El equipo vuelve al campeonato regional en 1.933 como Sociedad Cultural y Deportiva Mirandilla FC, y en apenas dos años alcanza la segunda división, aunque no consigue la permanencia. Pese a ser el equipo de la ciudad, no termina de identificarse plenamente con el aficionado gaditano, que no deja de verlo como “el equipo del colegio”, por lo que desde muchos sectores se propone un cambio de nombre.
SCD Mirandilla FC en los años 30
El 24 de junio de 1.936 se aprueba en Asamblea Extraordinaria el cambio de nombre del club, pasando a llamarse Cádiz Fútbol Club, manteniendo los colores lasalianos amarillo y azul. Sin embargo, apenas unas semanas después se produce el golpe de estado militar que provocaría la guerra civil y todas las competiciones deportivas quedarían paralizadas hasta el final de la contienda en 1.939. Con la vuelta de la competición en 1.939, el Cádiz FC, presidido por López Gazzo, ocupa la categoría dejada por la SCD Mirandilla en 1.936 (segunda división), pues no se hace efectivo el descenso, y esa temporada 1939/40 está a un paso de lograr el ascenso a primera. Más información sobre este capítulo en «De SCD Mirandilla a Cádiz FC«.
Presentación oficial del Cádiz FC tras el cambio de nombre de 1936
Años 40: fusión con el Hércules Gaditano
El 1940, el Cádiz FC estuvo a punto de ascender a 1ª
Tras la decepción de la temporada 1.939/40, el equipo entra en una profunda crisis deportiva e institucional que le lleva al descenso a Tercera en 1.942. Para sobrevivir se fusiona con otro equipo gaditano, el emergente CD Hércules Gaditano, compitiendo la temporada 1.943/44 con el nombre de Hércules de Cádiz CF. La fusión fue un desastre, pues se descendió a regional, por lo que se deshace a final de temporada. Al año siguiente, ya otra vez como Cádiz CF (una normativa de 1.941 obligaba a la españolización de los nombres de los equipos y se pasó de Fútbol Club a Club de Fútbol), se consigue recuperar la Tercera.
Años 50: nuevo estadio y ascenso a 2ª
Tras el ascenso a Tercera de 1.945, la sufrida afición cadista sueña con el regreso a segunda, pero éste no se produce hasta 1.955, diez temporadas después, bajo la presidencia de Juan Ramón Cilleruelo y con Diego Villalonga como entrenador. El ansiado ascenso coincide con la inauguración de un nuevo estadio, llamado Ramón de Carranza en “homenaje” a uno de los líderes del franquismo. El estadio es inaugurado el viernes 2 de septiembre de 1.955 en un partido contra el CF Barcelona; y dos días después se celebra el I Trofeo Carranza. Para desgracia y vergüenza del cadismo y de la ciudad, el estadio aún mantiene este nombre.
Años 60: promociones y fugaz paso por 3ª
Los años sesenta vienen marcado por la presidencia de Francisco Márquez Veiga, que asienta al equipo en segunda, pese a las dificultades económicas, pero que no consigue alcanzar la gloria del ascenso a primera. Todo lo contrario, en un revés, el equipo desciende en 1.969 a Tercera, aunque recuperará la categoría al año siguiente, haciendo una extraordinaria temporada en la que sólo perdió un partido.
Años 70: primer ascenso a 1ª
Los años setenta se inician con los nuevos bríos y ánimos impulsados por el joven presidente Gutiérrez Trueba, destacando las magníficas temporadas de 1.972/73 y 1.973/74 bajo la dirección técnica de Domingo Balmanya. Sin embargo, el buen juego no se corresponde con el ascenso. La dimisión Gutiérrez Trueba provoca una gran desilusión, y en 1.976 se está a punto de descender. Pero hete ahí que al año siguiente, cuando menos se esperaba, bajo la presidencia de Manuel de Diego y con Enrique Mateos como entrenador, se consigue definitivamente el ascenso a primera división. La experiencia en la máxima categoría sólo dura una temporada. En 1.978 accede a la presidencia Manuel de Irigoyen.
Plantilla del 1º ascenso a 1ª división en 1977
Años 80: de esquipo ascensor a submarino amarillo
Durante el primer lustro de los ochenta, el equipo alterna los ascensos a Primera (1.980/81, 1.982/83 y 1.984/85) y los descensos a Segunda (1.981/82 y 1.983/84), por lo que llega a ser conocido como el “equipo ascensor”. Especialmente épico es el ascenso de 1.981 en Elche, con ambos equipos jugándose el ascenso, y con la afición ilicitana volcada con su equipo y preparada para celebrar el ascenso. Pero el Cádiz CF, con un equipo plagado de jóvenes gaditanos, consigue ganar el partido y llevarse la gloria del ascenso. Y especialmente trágico es el de 1.985, pues una bengala causa la muerte de un aficionado. Destacar la llegada al equipo en 1.982 del jugador salvadoreño “Mágico” González, que se convertiría en auténtico ídolo del cadismo, tanto por su fútbol, como por su forma de ser. Destacar también a jugadores como Pepe Mejías, para muchos el mejor jugador de la historia del club.
Pepe Mejías y «Mágico» González, dos de los mejores jugadores de la historia del Cádiz CF
La segunda mitad de los ochenta y el inicio de los noventa es la época dorada del club, pues consigue mantenerse en primera división durante ocho temporadas consecutivas. Eso sí, salvo en la 1.987/88, con Víctor Espárrago en el banquillo (se acabó 12º, siendo la mejor clasificación histórica del club), siempre con mucho sufrimiento. El equipo siempre parecía desahuciado al descenso, pero al final terminaba salvándose, por lo que se acuñó el apelativo del “Submarino Amarillo”. Especialmente angustiosa, pero feliz, fue la temporada 1.986/87, en la que se logró la permanencia en la llamada “Liguilla de la Muerte”.
Años 90: de 1ª a 2ª B
En las dos primeras temporadas de la década de los noventa se sigue logrando la permanencia in-extremis, ambas en eliminatoria de promoción frente a un equipo de segunda, primero ante el CD Málaga y después ante la UE Figueres, con Ramón Blanco como entrenador. Con la conversión del club en S.A.D. en 1.992 se inicia el declive deportivo e institucional del club. Desciende dos categorías seguidas y permanece en el pozo de la Segunda “B” durante nueve temporadas. El accionariado del club es adquirido en primera instancia por el Ayuntamiento, luego pasa a un grupo de Madrid llamado “Promociones Gaditanas”, y luego al empresario cordobés afincado en Cádiz Antonio Muñoz, que a su vez lo traspasa al grupo “Asesoramiento Deportivo Andaluz” perteneciente al grupo ZETA. En todo este tiempo sólo se accede en una ocasión a la Liguilla de Ascenso, en la temporada 1997/98, sin éxito.
Siglo XXI: tocando todas las categorías
En 2001, el club vuelve a manos de Antonio Muñoz, alcanzándose, otra vez sin éxito, la segunda Liguilla de Ascenso. Los primeros años de esta década vienen marcados por la estabilidad institucional, aunque se estaba creando un importante agujero económico, y la inestabilidad deportiva. Se contraponen grandes éxitos y alegrías con fracasos y decepciones: en 2.003, con José González como entrenador se sale, por fin, del pozo y se asciende a segunda “A” y en 2.005, con el regreso de Víctor Espárrago al banquillo, se logra de forma totalmente inesperada el ascenso a la gloria de la primera, aunque no se puede lograr la permanencia. La cuesta abajo se consuma en 2.008 con una nueva caída a segunda “B”; aunque en esta ocasión sólo por una temporada, ya que bajo la dirección técnica de Javi Gracia se vuelve a segunda “A” tras una épica eliminatoria de ascenso frente al Real Unión de Irún. Y al año siguiente, coincidiendo con la celebración del Centenario del club, nuevo fracaso y de nuevo al pozo, donde permanece el equipo a fecha de la temporada 2.013/14.
Temporada 2004/05: ascenso a 1ª en Jerez
Destacar que en el apartado institucional, el club entra durante el verano de 2.010 en “Concurso Voluntario de Acreedores” debido a sus dificultades económicas. En 2.012, el máximo accionista Antonio Muñoz vendió su paquete accionarial a la sociedad “Sinergy”, tras haber cedido la gestión deportiva en la temporada anterior a una sociedad liderada por el empresario Enrique Pina, con la cual se disputó, sin éxito, las eliminatorias de ascenso, cayendo en la tanda de penaltys frente al CD Lugo. Posteriormente, debido al incumplimiento de sus compromisos de pago, las acciones fueron subastadas en diciembre de 2.013, siendo adjudicadas a la sociedad «Locos por el Balón» . Superados unos inconvenientes administrativos, se hace cargo de la presidencia Manuel Vizcaíno. Bajo su mandato, en la temporada 2015/16 el Cádiz CF vuelve a la Segunda División de la mano del técnico Álvaro Cervera, el Gafa, que coge al equipo a falta de cuatro jornadas. El equipo se clasifica como cuarto, pero supera las tres eliminatorias, al Racing de Ferrol, racing de Santander y Hñercules CF.
En Segunda División, bajo la dirección del Gafa, que se convierte en mito del cadismo, batiendo todos los récords posibles, hace cuatro sensacionales temporadas, siempre en los puestos de aspiraciones de ascenso. Finalmente, en la temporada 2019/20, en plena pandemia del COVID-19, el equipo alcanza la gloria del ascenso a Primera.
La temporada 2020/21 el Cádiz CF iguala su mejor temporada histórica (1987/88) consiguiendo la 12ª posición. El Gafa y su Cádiz CF marcan escuela y abren un debate sobre la utilidad de la posesión del balón, hasta entonces magnificada. A la temporada sigiuente se pasan algunas inquietudes, pero igualmente se consigue la permanencia.
En las siguientes temporadas, el Cádiz CF sigue creciendo hasta proclamarse Campeón de todo lo que pueda proclamarse.
Más información en:
– Granado, M., Lebrero, J., Rodriguez, F. y Sevilla J.: «Cien años de historia del Cádiz CF. Vol. 1: 1910-1035». Ed. Quorum Libros. Cádiz (2010). http://www.tiendaoficialcadizcf.com/libros-historia/85-cien-anos-de-historia-del-cadiz-cf-1910-2010.html
– Granado, M.: «Cádiz CF: anécdotas y curiosidades«. E. Absalon. Cádiz, 2007. http://www.casadellibro.com/libro-cadiz-cf-anecdotas-y-curiosidades-sabias-que/9788493474942/1147718
Messi en Carranza, publicada en «Mundo Deportivo» (06/08/2005).
En la temporada 2004/5, el Cádiz CF, después de nueve años de calvario en Segunda B y dos años en Segunda, vuelve a Primera División. Han pasado doce años desde que abandonara la máxima categoría del fútbol español. Pronto comienzan los rumores sobre los posibles fichajes, destacando uno que tiene una significación muy especial, no en aquel momento, pero si por lo que ese jugador llegará a ser: Lionel Messi. Messi en el Cádiz CF.
Messi es un prometedor jugador argentino del FC Barcelona con 18 años recién cumplidos (24 de junio de 1987), que ha brillado en el último Mundial Juvenil y que está destacando en las categorías inferiores, llegando a debutar la temporada anterior con el primer equipo azulgrana.
Messi en el Trofeo Carranza 2005
Cartel del 51º Trofeo Carranza (2005)
En los primeros días de agosto de 2005, el FC Barcelona, vigente campeón de Liga, se encuentra en Cádiz para la disputa del Trofeo Carranza.
Messi está realizando la pretemporada con el primer equipo, pero ante la dificultad de encontrar un hueco en la delantera, con jugadores como Eto´o, Ronaldinho, Larsson, Giuly o el propio Ezquerro, se especula que se esté estudiando la posibilidad de cederlo a algún equipo de Primera, entre ellos el Cádiz CF. Esta posibilidad gana enteros al saberse que Messi no puede jugar con el primer equipo hasta obtener la nacionalidad española, ya que la normativa impide que un jugador extracomunitario con ficha del equipo filial pueda jugar en el primer equipo, cosa que hizo irregularmente en algunos partidos de la temporada anterior.
El heredero de Mágico
El viernes 5 de agosto de 2005, el Cádiz CF se clasifica para la final y el FC Barcelona se enfrenta en su semifinal ante el Sevilla FC. El aficionado de Carranza espera ver al joven argentino, pero Rijkaard no lo alinea en el once titular para desilusión del cadismo. Con empate a uno, comienzan a producirse cambios y la grada corea el nombre de Messi, que en el minuto 66 salta finalmente al terreno de juego en sustitución de Giuly, siendo recibido con una atronadora y sorprendente ovación.
El juego de Messi no sólo no desmerece a lo esperado, sino que con sus fintas y movimientos hace recordar al mayor ídolo del cadismo, el inigualable “Mágico” González. Cada vez que el joven argentino entra en juego, la grada se levanta en espera de una genialidad. La noticia sorprende en la prensa catalana, pues Messi no pasa de ser un prometedor delantero canterano en el que hay puestas muchas ilusiones, pero que todavía está muy a la sombra de las grandes estrellas del equipo.
Titular de «Mundo Deportivo» el 6 de agosto de 2005
Al día siguiente, en la crónica del partido en el periódico Mundo Deportivo, se destaca el hecho: “(…) Entra Messi y la gente corea su nombre, es el único que recibe este tratamiento, ni Ronaldinho (…)”. En un artículo del mismo periódico y del mismo día, la periodista Cristina Cubero escribe un artículo con un llamativo titular: “El Carranza nombra a Leo Messi heredero de Mágico”. Finalmente el FC Barcelona se clasifica para la final al imponerse en la tanda de penaltis, donde Messi consigue anotar el cuarto lanzamiento.
Titular lateral en «Mundo Deportivo» el 6 de agosto de 2005
En la final disputada el sábado 6 de agosto a las diez de la noche, el aficionado cadista acude al campo para ver a su equipo enfrentarse a uno de los grandes del fútbol mundial, pero no se ha olvidado de Messi, todo lo contrario, pues lo sigue teniendo como blanco de sus miradas. Su actuación resulta sensacional, ganándose definitivamente la admiración y reconocimiento del aficionado gaditano por su velocidad, regate y verticalidad.
Ante tan magistral exhibición y los rumores de su cesión, las gradas de Carranza se manifiestan con rotundidad con el cántico unánime de “¡¡Messi quédate, Messi quédate…!! ¡¡¡Meeeeessi quéeeeedate!!!” Para el segundo tiempo será suplido por Ronsaldinho, la estrella azulgrana del momento. precisamente dos goles de falta del astro brasileño decantaron el trofeo a favor de su equipo, que terminaría ganando por 1 a 3.
Messi: «Sería lindo jugar en el Cádiz»
Al día siguiente, el domingo 7 de agosto, Diario de Cádiz confirma la posibilidad de que el jugador termine siendo cedido al Cádiz CF: “El Cádiz negocia la cesión del mediapunta argentino con el Barcelona, que ha pasado de mostrarse contrario, a estudiar el club amarillo como destino”. No es la única noticia al respecto, pues el mismo día y en el mismo noticiero gaditano, el propio Messi se expresa con las siguientes declaraciones: “Sería lindo jugar en este equipo, que tiene una hinchada bárbara”.
El mayor inconveniente para que todas estas especulaciones cobren forma es que Messi sigue haciendo actuaciones extraordinarias. El aficionado culé comienza a ilusionarse con su joven promesa, al igual que el cuerpo técnico del FC Barcelona, encabezado por el entrenador Frank Rijkaard.
Messi se hace estrella
Messi encandila en el Trofeo Gamper
El 24 de agosto de 2005 el FC Barcelona pierde su trofeo “Joan Gamper” ante la Juventus FC; pero ese día gana una estrella. El barcelonismo se rinde a las maravillas del joven Messi. Al día siguiente, toda la prensa nacional, especialmente la catalana, resalta el partido del joven argentino. Mundo Deportivo abre portada con una foto de Messi y el siguiente subtitular: “Messi encandila. Leo fue el jugador más inspirado y el Camp Nou ya tiene un nuevo ídolo”.
Reijkaard y Capello elogian a Messi en páginas de «mundo Deportivo» de 25 de agosto de 2005
En páginas interiores se habla de Messi como la “nueva estrella”. Desde la final del “Carranza” al “Gamper” la situación de Messi en el FC Barcelona ha cambiado radicalmente, pues el cuerpo técnico decide que el jugador debe quedarse en el primer equipo a toda costa, aunque sea sin poder jugar hasta que se certifique su nacionalidad española. Reijkaard y Fabio Capello, entrenador de la Juventus FC quedan tan sorprendidos como ilusionados con la actuación de Messi y no se recatan en piropos hacia su juego y confianza en que va a hacer algo muy grande en la historia del fútbol.
Nuevas esperanzas por problemas burocráticos
Aún así, la Liga comienza y Messi no puede jugar, lo que provoca que algunos medios sigan informando de su posible su cesión, como el diario nacional El Mundo en su edición del 12 de septiembre y recogida en Portalcadista.com: “El club que preside Antonio Muñoz es el único de Primera (junto al Betis) que no tiene ocupadas las tres plazas de extracomunitarios. Además, dispone de una ficha libre, por lo que podría fichar a cualquier jugador que no tuviera contrato profesional con un equipo de la Liga, como es el caso de Messi”. Unas semanas después de iniciarse el campeonato liguero, Messi obtenía la nacionalización, recibía el transfer internacional y comenzaba a escribir la historia de una leyenda. Finalmente, el jugador no saldría de Barcelona, por lo que la cesión al Cádiz CF quedaría en un sueño. El “sueño de una noche de verano”. Mágico se queda sin sucesor. Desgraciadamente, sobre todo para él, su cesión al Cádiz CF nunca se llegó a concretar.
Luis Soler recuerda la historia con nostalgia
El entonces segundo entrenador cadista, también argentino, Luis Soler recordará cinco años después la historia en una entrevista concedida a la cadena COPE y recogida en su página web «(…) se me ponen los pelos de punta y hasta me emociono al recordar esto. Estábamos para competir en Primera tras el ascenso, sabíamos que Messi tenía problemas para jugar por una normativa y con problemas de contrato y bueno, como argentino, me animé, hablé con él y me dijo que podía ser, pero él lo que quería es jugar, su padre Jorge también quería que el chico jugara y no quedarse parado hasta diciembre (…)«.