El Mágico de los años 30
Mágico. Hablar de Mágico en Cádiz nos traslada a la época dorada de la historia cadista en los años 80, a un mito del cadismo, a El Salvador, a Jorge «Mágico» González. Pero en este relato vamos a recuperar a otro Mágico, un Mágico muy anterior, el Mágico de los años 30 y que, curiosamente, también nos traslada a Salvador, a Salvador Espinosa de los Monteros.
Espinosa de los Monteros era un jugador especial, un extremo con las medias caídas, con aspecto desgarbado y sensación de desgana, pero capaz de hacer maravillas con el balón en los pies. Amante de la filigrana, del regate, de revolverse sobre sí mismo, de buscar regatear a un contrario y volver a buscarlo para re-regatearlo y ridiculizarlo con una nueva finta.
Fuera del campo no era diferente, era especialmente extrovertido, sin ningún tipo de rigor o atadura, dejándose llevar por su instinto, descarado, haciendo básicamente lo que le “daba la gana”. Ni que decir tiene que esto le hizo ganarse grandes admiradores, pero también enormes detractores, que le demandaban más eficacia en su juego. Y conste que hablamos de Salvador, no del Mágico de El Salvador.
Los inicios en Puerto Real
Este Mágico de los años 30 nace en Puerto Real (Cádiz) en 1914 y desde muy niño ya demuestra unas habilidades impropias para el nuevo deporte, el foot-ball, que se extendía con gran rapidez. Con apenas catorce años ya destaca en el equipo local del Deportivo FC, recalando posteriormente en otros equipos portorrealeños, como el Juventud española FC o la Juventud Artística Deportiva, antecesor directo del Puerto Real CF, donde juega de 1931 a 1933 en diferentes partidos y torneos de carácter amistoso. Su progresión y habilidades traspasan las fronteras locales y se convierte en objetivo del Xerez FC, que se hace con sus servicios, aunque apenas llega a jugar, pues inmediatamente termina recalando en el Sevilla FC, que en esta temporada 1933/34 jugaba en segunda división, pese a lo cual ya había alcanzado un alto nivel de profesionalización. En estos momentos Espinosa cuenta con apenas diecinueve años.
Sevilla FC
La trayectoria de Espinosa en el Sevilla FC (que terminaría la temporada ascendiendo a primera división) no resulta demasiado fructífera. Por estas fechas a Espinosa ya se le conocía por el seudónimo de “El trece”, en referencia a un tatuaje que llevaba por una historia muy personal. Su juego no cambia y entusiasma a los aficionados sevillistas y a sus propios compañeros, siendo incluso felicitado personalmente por el mítico Ricardo Zamora tras un partido frente al Real Madrid. En un partido en que el Sevilla FC derrota por 4 a 0 al Deportivo Alavés, la crónica del «ABC de Sevilla» (5 de diciembre de 1933) ensalza especialmente el fútbol arte de Espinosa de los Monteros: «(…) brilló por encima de todos Espinosa de los Monteros. El extremo izquierdo merengue encontró balón en todos los terrenos y en todas situaciones, que resolvió siempre de maravilla, de modo improvisado, dándole al juego una alegría, un arte y una gracia, quizás de antecedente torero»
Sin embargo, su estancia en el equipo hispalense sólo se prolonga durante cinco partidos. Parece ser que el rigor del profesionalismo, de los entrenamientos, etc. no iban con Espinosa, lo que unido a una más que discutida lesión, le hizo tomar la decisión de quitarse de en medio. Nadie sabía qué pasaba, ni dónde estaba… Su drástica decisión también venía muy determinada porque comprobó que había jugadores con un nivel muy inferior al suyo, pero que cobraban mucho más que él, por lo que solicitó una revisión de su contrato; y como se le denegó, pues no dudó en preparar su maleta y volverse a su Puerto Real natal. El Sevilla FC lo declara en rebeldía, por lo que no puede jugar en ningún otro equipo como profesional hasta cumplir su contrato.
Amateur en equipos provinciales
Durante los dos años siguientes juega como amateur en diferentes equipos de la provincia de Cádiz, como el Jerez FC, el San Fernando FC o el Cádiz Sporting Club. El conflicto se agrava cuando en el Sevilla FC se enteran de que el jugador ha estado jugando con el San Fernando FC, que es un club federado. El equipo isleño hace oídos sordos y vuelve a alinearlo en un partido amistoso contra el Sparta de Sevilla. Este será el último partido de Espinosa en el San Fernando FC, pero no en La Isla, pues poco después se alinea con el Ath. de San Fernando; en el III Aniversario de la República juega con un combinado llamado “Juventud Republicana” frente al Cádiz SC, equipo cuya camiseta también defiende en un partido jugado en Madariaga frente al Sporting Club, en el que sobresale de entre toda la “mediocridad”, participando en los cinco goles de “su” equipo.
Cuando se considera finiquitado su compromiso contractual con el Sevilla FC, la SCD Mirandilla FC, que ya era primer equipo de Cádiz, y que iba a competir en segunda división en la temporada 1935/36, no duda en ofrecerle militar en su equipo profesional. El aficionado gaditano ya lo conoce de sobra y sabe de su arte, por lo que el fichaje es recibido con mucha expectación.
Espinosa al Mirandilla FC
En su trayectoria en la SCD Mirandilla FC (más inofrmación en «Cádiz CF: historia resumida«), hay una anécdota que define el carácter de Espinosa. Era un partido que juega el Mirandilla en Sevilla frente a su exequipo, el Sevilla FC, que entonces tenía como gran estrella al portero internacional Guillermo Eizaguirre, el “ángel volador”, con quien posiblemente Espinosa no hizo muy buenas migas durante su etapa sevillista. Por cierto, que en aquella tarde de 1935 el partido pasaba a un segundísimo plano, pues ese día se despedía en La Maestranza el torero Juan Belmonte. Bueno, el caso es que en el lance de una jugada, a Eizaguirre se le cae su clásica gorrilla. Entonces Espinosa, que se da cuenta, acelera el paso y se acerca hacia ella. Todo hace pensar que su intención es cogerla y entregársela al admirado cancerbero. Pero nada de eso, Espinosa lo que hace es patearla y simular marcar un “gol” con ella, provocando el asombro del portero y las aireadas protestas del público.
En esta temporada Espinosa deja muestras de su máxima esencia futbolística, con jugadas maravillosas, pero también se le recrimina que en ocasiones pierda efectividad por querer adornarse demasiado, como así se refleja en una crónica de “ABC de Sevilla” con fecha 24 de septiembre de 1935: “(…) es un extremo habilísimo, tiene rapidez, tiene experiencia, sabe darle al balón, pero se entretiene, se embelesa en el dribling. Ese jugar al escondite con la pelota, pasársela de una a otra pierna, arquear el cuerpo y desmarcarse , es preciso en contados momentos: cuando el chut, por ejemplo, no encuentra sitio, y hay que aclarar el horizonte de la puerta, pero entretanto el regate es tan alegre como inútil, y por lo general, da ocasión el jugador que se entrega a su uso a que venga el contrario y le despoje de la esfera. Espinosa tiene que jugar más para el equipo y desprenderse de ese vicio de burlar al adversario con el dribling y en caso contrario la integridad física de Espinosa peligra por cuanto un jugador no puede impedir el pitorreo de esos toreros del fútbol, y tratan de alcanzarle con el borceguí y castigarle… Así lo hizo Larrinoa, quedando el popularísimo “Trece” tendido en el suelo, pero soñando todavía con la belleza, que es una sugestión suya, de poder dibujar en el césped muchos arabescos mientras en la galería crepita el aplauso y rueda por el terreno el enemigo confundido (…)”.
Cuando llega al equipo el pequeño delantero vasco Larequi, se le presenta como “otro Espinosa”. Cuando Larequi debuta en el Cádiz FC, “Diario de Cádiz”, con fecha 10 de diciembre de 1035, lo refleja con las siguientes palabras: “(…) debuta el joven interior vasco Larequi (apenas 1,5 m.), que gustó por su ligereza y rapidez. Se mueve por todos lados y es muy bullicioso. Su único problema es que es hermano gemelo de Espinosa de los Monteros (…) abusa del regate o del dribling, que viene a ser lo mismo ¡perder el balón para ilusionar a la galería!”.
Guerra Civil
Su juego no decepciona y pronto se convierte en el ídolo de la afición cadista. Espinosa tiene el honor de marcar el primer gol del Cádiz FC, aunque todavía llamado Mirandilla, en segunda división. Cuentan que en una ocasión se coló dando regates hasta dentro de la portería. Lástima que con la insurrección militar de 1936 que provocó la guerra civil se suspendieran todas las competiciones y cortase su trayectoria profesional en Cádiz. Durante la guerra, Espinosa combate en primera línea de batalla, pero se gana extras de comida y vino dando patadas a una pelota o un hatillo de trapo
Espinosa en el renombrado Cádiz FC
En 1939, tras la finalización de la guerra y la reorganización de las competiciones, vuelve al ya renombrado Cádiz FC (para más información ver artículo: “De SCD Mirandilla a Cádiz FC”) para jugar de nuevo en segunda división. Espinosa promete mayor seriedad y compromiso y jugar más para el equipo que para el embelesamiento de sus seguidores. Como él mismo reconocía en una entrevista, ¡paseaba durante media hora y me movía al final! Promete que esto no volverá a pasar. Pero nada más lejos de la realidad, Espinosa seguía siendo el mismo de siempre y su entrenador, no cuenta con él para una temporada en la que el Cádiz FC está a punto de ascender a Primera. Como comprobará el lector, la historia de Salvador nos recuerda enormemente a la del Jorge de El Salvador. En la temporada 1939/40, en la que el Cádiz FC está a punto de ascender a primera división, apenas juega partidos oficiales, volviendo a dar muestras de su clase en la temporada siguiente.
Vuelta al fútbol amateur
Durante las dos siguientes temporadas, ya en la frontera de los treinta años de edad, los años no perdonan, el Cádiz CF prescinde de sus servicios y debe volver al fútbol amateur. Durante la temporadas 1941/42 juega en la Real Balompérica Linense, la Balona, que milita en categoría regional y busca el ascenso a tercera. Y a la temporada siguiente, la 1942/43 juega con los equipos portorrealeños Educación y Descanso y Juventud Artística Deportiva, que compite en la segunda categoría regional. Pese a su veteranía, su clase se impone sobremanera y vuelve a encandilar al público, lo que hace que el Cádiz FC vuelva a interesarse por sus servicios
Nefasta experiencia en el Hércules de Cádiz FC
En la temporada 1942/43 el Cádiz CF había descendido a tercera división y se encontraba inmerso en una fuerte crisis económica e institucional. Para la temporada 1943/44 el Cádiz FC debe fusionarse a otro equipo gaditano, el Hércules Gaditano CF, y compite bajo el nombre de Hércules de Cádiz CF (más información en: “Hércules de Cádiz CF”). En esta situación se considera que Espinosa puede resultar un gran refuerzo para el equipo, tanto por su calidad como por su experiencia. Sin embargo, la temporada resulta desastrosa, tanto para el equipo, que termina descendiendo a categoría regional, como para Espinosa. La afición aún recordaba su clase, sus fintas y su improvisación sobre el campo, pero espinosa ya no es el de antes y el público se le echa encima por su actitud y su miedo, pidiendo su retirada. Sus regates son a cuentagotas y ya no bastan
La retirada
El día de los santos inocentes de 1943, cuando se sospecha una sanción por su bajo rendimiento, “Diario de Cádiz” sorprende anunciando la retirada de Espinosa, tras presentar una carta de dimisión a la Junta Directiva en la que asume su falta de facultades. En la propia crónica de la noticia se dice “hasta en la dimisión es original Espinosa de los Monteros”.
Se iba uno de los mejores y más emblemáticos jugadores de la historia cadista, “el Trece”, el «Mágico» de Puerto Real, Salvador Espinosa de los Monteros. Pese a todo, dos años después, volvía a “matar el gusanillo” jugando algunos partidos con el equipo en el que comenzó a despuntar, la Juventud Artística Deportiva de Puerto Real, jugando en la primera categoría regional. Salvador Espinosa de los Monteros fallecía en 1982.
Más información en:
– Alegre, M.: “El Puerto Real CF en sus bodas de brillante”. Ed. Diputación Provincial de Cádiz. Cádiz, 2008. http://www.dipucadiz.es/publicaciones/El-Puerto-Real-C.F.-en-sus-bodas-de-brillante/
– Granado, M., Lebrero, J., Rodriguez, F. y Sevilla J.: “Cien años de historia del Cádiz CF. Vol. 1: 1910-1035″. Quorum Editores. Cádiz (2010). http://www.tiendaoficialcadizcf.com/libros-historia/85-cien-anos-de-historia-del-cadiz-cf-1910-2010.html.
– Granado, M.: “Cádiz CF: anécdotas y curiosidades“. E. Absalon. Cádiz, 2007. http://www.casadellibro.com/libro-cadiz-cf-anecdotas-y-curiosidades-sabias-que/9788493474942/1147718
– Sevilla, J. y Amarillo, J.: “Álbum histórico del Cádiz CF”. Quorum Editores. Cádiz, 2010. http://web.cadizcf.com/categoria/7/club/historia
– http://puertorealcf.blogspot.com.es/2007/03/temporada-1933-1934-jad-el-trece-y.html
Cuando se considera finiquitado su compromiso contractual con el Sevilla FC, la SCD Mirandilla FC, que ya era primer equipo de Cádiz, y que iba a competir en segunda división en la temporada 1935/36, no duda en ofrecerle militar en su equipo profesional. El aficionado gaditano ya lo conoce de sobra y sabe de su arte, por lo que el fichaje es recibido con mucha expectación.
– Me llama la atención que se reconozca públicamente que el «Mirandilla» era el primer equipo de Cádiz y que iba a competir en 2ª División (Temporada 1935/36), cuando en todos comentarios sobre el Centenario del Cádiz CF, se publica …..!!!»cuando el Cádiz CF se denominaba Mirandilla ¡¡¡…… La pura verdad es que el Mirandilla era un equipo y el Cádiz CF era otro equipo. En Junio de 1936, se cambió el nombre de Mirandilla, por el de Cádiz CF y así hasta ahora.
Espinosa al Mirandilla FC
El Cádiz CF es el Mirandilla CF tras el cambio de nombre. Cuando se habla del primer «equipo de Cádiz» se refiere a importancia no a antigüedad.
Remito a los 4 volúmenes de los libros «Historia del Cádiz CF».
Un saludo.