Los dos apellidos de los árbitros
A nadie pasa desapercibido el hecho de que a los árbitros de fútbol españoles se les conozca por sus dos apellidos. A diferencia de cualquier deportista de élite, incluido los futbolistas, desde los medios de comunicación nunca se hace mención al árbitro por su primer apellido, ni siquiera (salvo excepciones, que siempre las hay) por su nombre y apellido, sino siempre por los dos apellidos. Los dos apellidos de los árbitros.
Por ir con los jugadores más mediáticos, ¿quiénes sabrían decir que el segundo apellido de Messi es Cuccittini o el de Cristiano Ronaldo es Aveiro?
Pero seguro que si cito primeros apellidos de árbitros españoles actuales, la mayoría de los futboleros sabrían decir el segundo: Mateu… (¡Lahoz!), Del Cerro… (¡Grande!), Velasco… (¡Carballo!), Undiano… (¡Mallenco!), Teixieira… (¡Vitienes!), etc. Y los más veteranos podrán seguir aplicando este ejemplo con árbitros ya retirados, como Iturralde… (¡González!), Brito… (¡Arceo!), Andradas… (¡Asurmendi!), Urizar… (¡Azpitarte!), Soriano… (¡Aladrén!), Dauden… (¡Ibáñez!), etc. Y eso que algunos apellidos son complicados…
Aunque no hay pruebas determinantes sobre el origen de esta circunstancias, es muy probable que responda a lo que se cuenta a continuación. Que cada cual saque sus propias conclusiones.
El dictador y el árbitro
Pues esta práctica periodística tan peculiar tiene en la historia su razón de ser, su origen. Un origen, como tantos otros, de marcado cariz político. Para ello hay que remontarse a finales de los sesenta y principio de los setenta. Hasta entonces a los árbitros se les conocía y nombraba generalmente sólo por su primer apellido, soliéndosele poner el título de “señor”.
Pero en la temporada 1966/67 llega a Segunda División un joven árbitro del colegio murciano cuyo apellido coincidía con el del dictador, Franco. Jesús Franco Martínez.
Esta circunstancia genera ciertas inquietudes políticas, pues desde los medios de comunicación y aficionados se podría aprovechar tal coincidencia para insultar al dictador bajo la excusa de referirse al árbitro. A la temporada siguiente, la 1967/68, desde algunos medios, como ABC, sensibilizado por la situación, se le comienza a citar en algunas crónicas con los dos apellidos y evitar así malintencionadas confusiones. Esto hace que la práctica comience a extenderse a otros árbitros, sobre todo lo que tienen un primer apellido muy común.
Una «sugerencia»
Pero será en la tercera temporada de Jesús Franco Martínez en Segunda División, la 1968/69, cuando llega el momento determinante. Se trata de un partido que arbitra en el Sánchez Pizjuán de Sevilla el 9 de marzo de 1969 entre el Sevilla CF y el R. Gijón. En este partido saltan todas las alarmas, pues al no señalar penalti a favor de los locales por unas claras manos dentro del área, desde la grada se lanzan sobre el colegiado Franco todo tipo de epítetos altamente ofensivos.
La reacción desde las altas esferas políticas es inmediata: no se le podía ofrecer a la prensa justificaciones para hacer titulares del tipo “Franco lo hizo muy mal”, “¡Qué malo es Franco!”, “Franco debería marcharse”, “Franco fue el culpable de las revueltas”, “Franco abucheado”, etc. Y aunque siempre referidos al árbitro, esa segunda intención no podía permitirse.
Y no sólo los medios de comunicación, pues peor aún podía ser la reacción desde las gradas, que teniendo al árbitro como principal punto de mira para sus insultos, los aficionados, reprimidos políticamente, podrían aprovechar la situación para indirectamente soltar toda su rabia contra el dictador, profiriéndole los mayores de los insultos sin consecuencia alguna.
Para evitar todas estas situaciones, es de entender que desde las instancias políticas se considerase poner una solución antes de que surgiese el conflicto. La posible solución vino por sugerir a los medios de comunicación que se refiriesen a los árbitros siempre por sus dos apellidos. No se conoce ninguna norma, ni circular, ni nada al respecto, por lo que tuvo que ser simplemente una “sugerencia” venida desde “arriba”, y ya nos podemos imaginar la fuerza que una “sugerencia” de este tipo tenía en la época.
Lo cierto es que a partir de entonces el árbitro Franco pasó a ser citado en todos los medios de comunicación como Franco Martínez. Y más aún, considerando que a la siguiente temporada, la de 1969/70 estaría en Primera División, por lo que todo tendría mucha más repercusión mediática.
Normalización de citar a los árbitros pos sus dos apellidos
Desde entonces se iría normalizando la costumbre de citar a los árbitros por sus dos apellidos, aunque hay que destacar que la Real Federación Española de Fútbol cuando hace pública las designaciones de árbitros, siempre facilita sus nombres completos, aunque primero los dos apellidos y después el nombre de pila.
Como tantas otras costumbres y tradicionales, raras veces se hace una reflexión racional sobre su origen, su fundamento y razón de ser, por muy absurdas que en ocasiones sea el origen de estas costumbres. Simplemente se hace así porque es la costumbre, la tradición… Porque siempre se ha hecho así.
Una lesión obligada
La primera repercusión de esta coincidencia de apellidos se produciría en un partido que debía arbitrar entre Real Sociedad y Athletic de Bilbao en diciembre de 1970. Jesús Franco es convocado de urgencia por el secretario del ministro de la Gobernación, que le sugiere que se invente algún impedimento y que no arbitre el partido, pues el ambiente era bastante tenso debido a que se estaba celebrando en Burgos un consejo de guerra contra varios miembros de ETA. Una repentina “lesión” impedirá a Jesús Franco arbitrar dicho encuentro.
En una entrevista concedida a El Correo, Jesús Franco recuerda este incidente: “Estaba condenado por mi nombre a no poder pitarla mientras viviera Franco. Lo sabía y era consciente de ello: En las diecisiete temporadas que estuve en Primera, aparte de no pitar finales mientras vivió Franco, sólamente en una ocasión tuve problemas. Estaba designado para un Real Sociedad-Athletic y me sugirieron que me pusiera enfermo. Al parecer, estaba corriendo por San Sebastián un eslogan que decía algo así como «primero vamos a acabar con éste y luego terminamos con el de Madrid”.
Jesús Franco Martínez
El más perjudicado de esta situación fue el propio protagonista de esta historia, Jesús Franco Martínez, pues debido a su apellido se le vino negando su designación para cualquier final con presencia del dictador. Hasta la muerte del mismo no se le concedió el arbitraje de una final de Copa. Sería en 1978.
Jesús Franco Martínez fue considerado en los años setenta como uno de los mejores árbitros españoles, llegando a arbitrar un partido en el Mundial de Argentina 78. Actualmente ostenta el cargo de vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.
Otros casos
Aunque el caso de Jesús Franco Martínez es el que ha tenido una mayor trascendencia histórica, hay muchos situaciones con características similares.
Un caso similar sucedió unos años antes. Se trató del futbolista canario Rafael Franco Samper. Durante su trayectoria en las categorías inferiores de la UD Las Palmas y Balón de Cádiz CF, tras ser fichado por el Cádiz CF en 1959 y cedido a este otro equipo gaditano, el jugador era conocido por su primer apellido, Franco (lo normal), pero cuando en la temporada 1961/62 asciende al primer equipo del Cádiz CF, en Segunda División, la coincidencia de su apellido con el del dictador no pasas desapercibida.
El propio Rafael Franco, fallecido en 2008, recordaba la anécdota en una entrevista: “Me lo cambió Balpiña -que entonces era redactor de Diario de Cádiz-, me explicó el motivo y la verdad es que fue muy curioso”. Desde entonces, su nombre futbolístico pasó a ser el de su segundo apellido, Samper.
Otro caso llamativo, y que también se instó a los medios de comunicación de un cierto control, se produjo en las competiciones deportivas escolares, pues muchos colegios tenían nombres de santos y santas, reyes y reinas, etc. y algunos titulares de prensa podrían jugar con sus nombres y resultar ofensivos, tales como “San Etanislao da una paliza a San José”, “San Felipe abusa de la debilidad de Santa Teresa”, “Ridículo de Reyes Católicos”, “Alfonso X destrona a Carlos III”, etc.
Mas información:
- http://www.hoy.es/v/20140406/sociedad/conocemos-arbitros-apellidos-20140406.html
- http://elpais.com/diario/1984/05/01/deportes/452210414_850215.html
- http://www.laverdad.es/murcia/v/20140317/deportes_murcia/mas-futbol/inconveniente-apellidarse-franco-20140317.html
- http://www.larioja.com/rc/20140406/deportes/futbol/conocemos-arbitros-apellidos-201404061807.html
- http://www.elcorreo.com/vizcaya/20140414/deportes/mas-deporte/conocemos-arbitros-apellidos-201404071943.html
Hola,
en el artículo citas en varias ocasiones a «Jesús» Franco Martínez, cuando su nombre real era «Ángel».
Un saludo,
Gracias Luis. Queda corregido.