En la reglamentación actual se pueden hacer tres cambios de jugadores en un partido. Y raro es el partido donde no se agotan. Pero la reglamentación sobre las sustituciones de jugadores no siempre ha sido así, pues esta normativa es bastante reciente. Hoy en día nadie la discute, pero en la historia del fútbol ha sido uno de los temas más controvertidos y debatidos. Hasta llegar al momento actual la normativa ha sufrido muchas variaciones.
Lesiones simuladas para permitir el cambio
En los orígenes del fútbol el cambio de jugadores en un partido no era concebido. Sin embargo, en algunas competiciones se admitía hacer una sustitución por lesión. Esta norma fue muy debatida durante los años treinta, ya que daba lugar a ciertas irregularidades. La formación física de los jugadores no era como ahora y acusaban más el cansancio. Como estrategia se simulaba la lesión de un jugador para introducir uno de refresco, que entraba «como una moto».
No se permite el cambio por ningún motivo
El debate se resolvió de forma drástica: no permitir cambios por ningún motivo. Si alguno se lesiona, mala suerte, su equipo queda con uno menos. Esta norma tenía tres consecuencias: 1. Los equipos tenían unas plantillas muy cortas; 2. Las posibilidades tácticas quedaban muy reducidas; y 3. Se potenciaba la violencia, pues al lesionar a un jugador del equipo contrario se le dejaba en inferioridad numérica. En los primeros años de la Liga española (comienza en 1929) se habla de jugadores que saltaban al campo con el principal objetivo de dejar al contrario en inferioridad. Por el contrario, no existían las tarjetas y era muy raro que por una entrada violenta se expulsara a un jugador, pues prácticamente sólo se concebían por agresión directa mu clara.
Objetivo: cargarse al portero
Ni que decir tiene que si en el equipo contrario había una víctima propiciatoria para ser “quitada de en medio”, ese era el portero, el puesto más especializado del fútbol. Los pobres porteros salían casi como los caballos en las corridas de toros, preparados para las “embestidas”. Debían sufrir cabezazos, codazos y patadas hasta provocar su retirada. El equipo quedaba con uno menos y con un jugador de campo como portero. Ante esta circunstancia los entrenadores ya planificaban una posible solución: entrenar a un jugador de campo como portero o directamente alinear entre los once jugadores al segundo portero del equipo.
Se permite el cambio de portero por lesión
Ante la posibilidad de que nadie quisiera jugar de portero, se fue aceptando la norma de permitir el cambio del portero por lesión. Poco después se produciría el alzamiento militar que provocaría la Guerra Civil y la suspensión de las competiciones deportivas.
Se permite el cambio de dos jugadores
Para la temporada 1969/70 la RFEF introduce varias novedades en el campeonato de Liga, entre ellas la posibilidad de realizar cada entrenador dos cambios de jugadores durante el partido a su criterio. En Inglaterra ya se había aprobado la temporada anterior; y la FIFA lo aplicó en el Mundial de México de 1970. Posiblemente sea uno de los cambios de la normativa más importantes en la historia del fútbol y que mayor repercusión tuvo. Las consecuencias afectaban a muchos factores: se generaban dos nuevas fiiguras hasta entonces inexistentes, el jugador «suplente» y el jugador «sustituido»; las convocatorias eran más amplias; y, sobre todo, posibilitaba muchas más opciones tácticas, pues los entrenadores podían cambiar sus planteamientos iniciales con el cambio de algún jugador. Otra consecuencia fue la mayor importancia adquirida por la figura del entrenador.
Dos cambios, más el portero; y los tres cambios actuales
En la temporada 1994/95 se amplía el cupo de cambios, ya que además de los dos permitidos, se puede hacer también el del portero. Una temporada después, en la 1995/96 se vuelven a producir muchos cambios en la normativa, como los tres puntos por victoria, los dorsales fijos en categoría nacional, ampliación del número de jugadores extranjeros, y se permite hacer tres cambios libremente, sin limitar uno para el portero.