Cuando no había árbitro
La figura del árbitro no siempre ha existido en el fútbol. Se presuponía la honradez y caballerosidad de los jugadores para ponerse de acuerdo entre ellos. Un paso posterior fue la introducción de los umpires (ampáyeres), que eran una especie de “delegados”, uno por cada equipo, colocados detrás de cada portería, y que decidían juntos en caso de dudas. La primera referencia al referee (árbitro) data de 1871, en la Reglamentación de la FA Cup (primera competición de fútbol de la historia), pero como figura consultiva y fuera del terreno de juego. Sólo desde 1891, coincidiendo con la reglamentación del penalti, el árbitro pasa a tener toda la autoridad decisoria y los umpires se convierten en sus jueces de línea.
Cuando no existía el árbitro
Cuando a mediados del siglo XIX se comienza a jugar al football en los patios y campus de los colleges ingleses, todavía no se habían consensuado unas reglas generales del juego, por lo que las reglas se acordaban entre los equipos contendientes. Incluso se acordaba el número de jugadores. Y para la determinación y cumplimiento de esas reglas no hacía falta ni árbitro, ni nada que se le pareciera, pues se consideraba que el football era un juego de caballeros y se confiaba en la palabra de los jugadores para hacer respetar las mínimas reglas acordadas.
Podría haber falta de acuerdo por interpretaciones diferentes de las reglas o de la acción en sí, pero estaba absolutamente descartado que un jugador similara o solicitase una ventaja de las reglas a sabiendas de su injusticia.
Los Capitanes
Un paso posterior fue la figura del capitán de cada equipo, que pasaba a ser el “delegado” del mismo para asegurar el respeto por las reglas previamente acordadas. Este capitán no tiene nada que ver con la figura actual, pues entonces el capitán era prácticamente el jefe del equipo a todos los efectos, ejerciendo de presidente, entrenador, gestor y organizador. A partir de este momento, cuando no había acuerdo en la aplicación de las reglas, los dos capitanes se debían poner de acuerdo.
The Umpires (Ampáyeres) (1850)
Desde mediados del siglo XIX se considera la posibilidad de que los capitanes puedan ejercer su representación del equipo desde fuera del terreno de juego, ejerciendo como “delegado” del mismo. Se termina creando una nueva figura, cuya denominación inglesa es the umpire, aplicando una ya existente en el cricket, y que aún hoy perdura como tal en algunos deportes, como el beisbol, y que se castellanizó como “ampayer”, sobre todo en zonas de Sudamérica, especialmente en México. La palabra umpire procede de la palabra «nomper», del francés antiguo, y que viene a significar «hombre en solitario».
Así pues, los umpires no eran figuras neutrales, sino que cada equipo llevaba el suyo, soliendo ser personas de alta representación y jerarquía y, sobre todo, con reconocido conocimiento de las reglas y de alta moral. Si ya se reconoce la plena deportividad y caballerosidad de los jugadores, mucho más la de los umpires. Hay referencias al umpire en partidos de los colleges de Eton y Winchester.
Cada umpire se colocaba detrás de la portería contraria al equipo al que representaba y su principal función era ir constatando que se había producido gol, cosa no simpre clara, pues era frecuente que en las líneas de gol se agolparan muchos jugadores pateando simultáneamente el balón, unos para meterlo y otros para sacarlo, y se debía hacer difícil saber con exactitud si había entrado o no. Al mismo tiempo hacía de marcador, pues se encargaban de ir contabilizando los goles, que, por lo que se ve, debían ser muchos. Es curioso, pero podría ser una figura parecida a lo que actualmente son los jueces de gol.
En cualquier caso, las decisiones sobre la aplicación de las reglas acordadas se seguían tomando entre los jugadores y sólo en caso de no llegarse a un acuerdo, algo excepcional, se solicitaba la presencia de los umpires en el centro del campo para que intentasen llegar a un consenso sobre la acción conflictiva.
Footbal Association (1863)
Desde la redacción de las Reglas del Juego por la Football Association en la Freeson Tavern de Londres en 1863, las reglas dejan de ser improvisadas y consensuadas por los equipos contendientes, pues las reglas de la FA comienzan a ser aplicadas de forma genérica a todos los partidos. Sin embargo, todavía no se hace ninguna referencia al árbitro.
El Referee de Cheltenham (1867)
Hay referencias de que en el college de Cheltenham ya se considera la participación de un agente mediador, “referee”, para resolver aquellas cuestiones reglamentarias que resultasen dudosas entre los contendientes. Podría considerarse como la primera mención a la figura del árbitro en fútbol, pero Cheltenham era seguidor de las reglas del college de Rugby, por lo que habría que considerarlo, en todo caso, como un precedente del árbitro en rugby, no en fútbol.
The referee (el árbitro) (1871)
La primera referencia a la figura del árbitro como tal en fútbol surge durante la organización en Inglaterra de la Football Association Challenge Cup (FA Cup), la primera competición de fútbol de la historia, que se celebró entre noviembre de 1871 y marzo de 1872. Una de las novedades es respecto a los umpires, pues se determina que dejen de ser designados por cada equipo, y que sean agentes absolutamente neutrales designados por la Organización.
Pero la principal novedad es la introducción de la figura del referee, situado también fuera del terreno de juego, pero como agente consultor o mediador para resolver aquellas situaciones en las que los umpires no lleguen a un acuerdo. Destacar que esta situación sólo se determinaba para los partidos de Semifinales y Final.
Concretamente el reglamento de este Campeonato (FA Cup), no confundir con las Reglas del Juego de la FA, en su punto nº 15 decía:
“La Comisión designará dos Umpires y un Referee para actuar en los partidos de semifinales y final. Ni los Umpires ni el Referee deberán ser miembros de los clubes participantes y la decisión de los Umpires será final salvo en el caso de que no concuerden, entonces una petición será hecha al Referee, cuya decisión será final”.
Con todo ello, el orden de aplicación de las Reglas del Juego era el siguiente:
- Acuerdo entre los Jugadores implicados en la acción.
- Acuerdo entre los Capitanes.
- Acuerdo entre Umpires.
- Decisión del Referee.
El primer Partido Internacional (1872)
El sábado 30 de noviembre de 1872, día de St. Andrews (patrón de Escocia), se disputa en Glasgow el primer partido internacional de fútbol de la historia. Se enfrentan un combinado de Inglaterra y uno de Escocia., que acabarán empatando a cero. Anteriormente ya se habían enfrentado, pero la selección escocesa siempre había estado formada por jugadores afincados en Inglaterra.
El partido se disputa en un campo de críquet, algo frecuente en la época por disponer de buenas condiciones e infraestructuras, el West of Scotland Cricket Club. Se mantiene a los dos umpires y al referee como juez neutral consultor. Pero a diferencia de lo establecido en la FA Challenge Cup, aquí si se permite que sea cada equipo quien lleve su umpire. De hecho, para este histórico partido el umpire del combinado escocés fue Henry Norris Smith, presidente del Queen’s Park Club de Glasgow (equipo que aportaba todos los jugadores escoceses); y el del inglés fue Charles William Alcock, secretario de la Football Association inglesa.
Lo curioso es que el referee, que en principio debería ser neutral, es William Keay, tesorero del Queen’s Park Club. Sin embargo, hay tanto respeto a la caballerosidad y neutralidad de sus decisiones, que no supone ningún inconveniente, pues lo más importante es que sea un buen conocedor de las Reglas del Juego. De hecho, sólo debe intervenir en una ocasión: hay dudas entre los umpires de si en un disparo de Escocia el balón ha pasado por encima o por debajo de la cinta que hace de larguero. Es necesario recurrir a la decisión final del referee, que determina que el balón ha pasado por encima, por lo que no se concede el gol.
El Penalti (1891)
Desde la creación de la International Football Association Board (1886), este organismo toma toda la potestad respecto a las Reglas del Juego. En 1891 se regula el penalty, aunque para señalarse debía ser expresamente solicitado por el jugador implicado, algo que no era muy bien considerado, por entenderse como una falta de caballerosidad y respeto hacia el rival.
Había una opinión cada vez más generalizada de que no se podía dejar tan trascendental decisión a la voluntad de los jugadores, ni crearles esa carga de conciencia, o sufrir reacciones externas por haber solicitado lo que, en principio, le correspondía en justicia.
El referee como juez principal (1891)
El fútbol se va expandiendo, no sólo por toda Gran Bretaña, sino por buena parte de Europa y Sudamérica. Se va haciendo más competitivo, van creciendo las rivalidades y el afán y orgullo por la victoria, aumenta considerablemente el número de aficionados, los campos comienzan a llenarse y a quedarse pequeños para albergarlos y se inician afinidades profundas con los equipos. Todo esto hace que cada vez resulte más complicado que desde dentro del terreno de juego se llegue a acuerdos sobre la aplicación de las Reglas del Juego en las diferentes acciones que se van produciendo.
Tampoco es fácil que los propios umpires lleguen a decisiones consensuadas, por lo que cada vez resulta más normal que se deba recurrir a la decisión final del referee. Ya en 1889 se acuerdó que el referee tuviese autoridad para dictaminar faltas sin necesidad de que fuesen solicitada (a favor o en contra) por los jugadores.
Precisamente la regulación del penalti viene estrechamente asociada a la decisión de la IFAB, que en sesión de 2 de junio de 1891 (a propuesta de la Asociación Irlandesa) introduce en las Reglas del Juego la figura del referee, con la iniciativa y plena autoridad decisoria sobre la aplicación de las Reglas del Juego, así como del cronometraje del partido.
La regla nº 12 pasa a ser redactada con el siguiente texto:
“Por mutuo acuerdo de los clubes en competencia, un Referee deberá ser designado y su tarea será decidir en todos los casos de disputa entre Umpires. Él también guardará un informe del juego y controlará el tiempo del mismo. En caso de comportamiento no caballeresco por parte de los contendientes deberá, en presencia de los Umpires, amonestar a los infractores. En caso de conducta violenta el Referee tendrá el poder para expulsarlos, trasmitiendo el nombre o nombres al Comité de la Asociación bajo cuyo control el partido sea jugado, y en quién sólo será investido el derecho de aceptar una disculpa.
El Referee tendrá el poder para finalizar el juego siempre que lo considere necesario, por falta de luz, interferencia de espectadores, o cualquier otra razón que estime conveniente, y reportará los sucesos a la Asociación bajo cuya jurisdicción el partido se haya jugado, la que tendrá pleno poder para tratar el asunto.
El Referee tendrá poder para conceder un tiro libre sin necesidad de petición en cualquier caso donde considere la conducta de un jugador peligrosa, o presumiblemente peligrosa.”
Los Umpires se convierten en Linesmen (Jueces de Líneas) (1891)
Pero ahora que el referee tiene plena autoridad, ¿qué pasa con los umpires? La decisión de la IFAB es que los umpires pasen a ser ayudantes del referee, asistiéndole en la señalización de los fuera de banda y los fuera de juego (linesmen). Consecuencia de ello es el cambio de su ubicación, pasando de estar en las líneas de fondo a las líneas laterales limitadoras del terreno de juego.
La regla nº 12 se completa con el siguiente texto:
“Dos Linesmem (Jueces de Línea) serán designados, cuyas obligaciones (sujetas a las decisiones del Referee) serán decidir cuando el balón esté fuera de juego, y a quién corresponderá el tiro de esquina, saque de meta o saque lateral. Cualquier indebida interferencia por parte de un Lineman deberá ser informada por el Referee a la Asociación Nacional a la que pertenezca, la que tendrá pleno poder para tratar el asunto».
De ello se desprende que los umpires se convierten en los actuales jueces de línea (desde 1996 llamados “árbitros asistentes”). Se procurará que tanto referee como linesman sean neutrales y elegidos entre reconocidas figuras por su trayectoria y honorabilidad. En principio era designado por la Organización del partido o Campeonato, pero también era normal que fueses acordados por los equipos. En la mayoría de las ocasiones eran antiguos jugadores.
La otra gran consecuencia de esta decisión es que el referee pasa de estar fuera del terreno de juego, cómodamente sentado (a modo del actual juez de silla del tenis), a situarse dentro del terreno de juego, junto a los jugadores. El referee va enchaquetado y apenas se mueve del centro del campo, haciéndose valer a través de señales de brazos y, sobre todo, su silbato, del que hay referencias de su uso desde 1878, si bien es de suponer que debían ser usados por los umpires para indicar los goles.
En 1896 la IFAB edita la primera Carta de Árbitros con reglas y recomendaciones; y en 1903 quedan delimitadas las funciones de árbitro y jueces de línea.
El «trencilla»
En España, desde los primeros años del fútbol, casi toda la terminología relativa al fútbol era con las palabras anglófonas originales, aunque con una pronunciación muy españolizada, así al árbitro se le llamaba “réferi”. Con la ley de 1941 para castellanizar los nombres de clubes y la lexicología deportiva, se castellanizaron todas los anglicismos, generalmente con traducciones literales, aunque permanecieron algunas como “córner”. Así, el “réferi” pasó a ser “árbitro”, aunque popularmente se le conocía como el “trencilla”, expresión que aún hoy se sigue utilizando.
La explicación de esta expresión es que los árbitros utilizaban una chaquetilla negra cuyos bordes y solapa llevaban una especie de cordón blanco bordado (pasamanería). A ese cordón se le llamaba “trencilla”. Utilizando el recurso lingüístico del sinécdoque, se popularizo el nombre de una parte (trencilla) para designar al todo (árbitro).
El cuarto árbitro (1991)
Un siglo después de la institucionalización del árbitro como se reconoce actualmente, la FIFA incorpora al Trío Arbitral un cuarto
elemento, el “cuarto árbitro”, situado fuera del terreno de juego en una zona habilitada entre los banquillos. Sus funciones principales son avisar de los cambios de jugadores y comprobar la corrección de ellas a todos los efectos, así como el con
trol de los entrenadores y uso de las áreas técnicas. También es quien debe sustituir al árbitro o jueces de línea durante el partido, si así fuese necesario.
Asistentes de gol (2008)
En 2008 la FIFA introduce para los partidos de competiciones internacionales la figura del “asistente de gol”, dos, una en cada línea de fondo. Se trata de un asistente para consulta del árbitro en acciones muy cercanas a la línea de fondo, siendo especialmente destacable en situaciones de dudas respecto a si el balón ha traspasado o no la liínea de gol.
Más Información en:
- BERNÁRDEZ, J. (1998): “El deporte correctamente hablado”. Universidad de Oviedo.
- CASTELLANO, J. (Editor) (2008): “Fútbol e Innovación”. Wanceulen, Editorial Deportiva.
- GALEANO, E. (1995): El fútbol a sol y sombra. Ed. Siglo XXI.
- GONZÁLEZ, L.M. (2013): Las mejores anécdotas de árbitros. Ed. La Esfera de los Libros.
- http://es.fifa.com/about-fifa/who-we-are/the-laws/
- http://www.lavanguardia.com/magazine/20130517/54374078407/futbol
- historia-reportajes-en-portada-magazine.html
- http://historiadelafifa.blogspot.es/categoria/historia-de-la-fifa/
- https://cuartoarbitro.wordpress.com/2010/05/28/la-ifab-extiende-la-prueba-del-quinto-arbitro-por-2-anos/
- http://www.lapalanganamecanica.com/2012/10/e-f-johnston-primer-arbitro-de-espana.html
- http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/12/el-primer-partido-internacional-cumple-140-anos/
- http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2011/05/las-modificaciones-reglamentarias-de-1891-2%C2%AA-parte/
- http://www.englandfootballonline.com/Seas1872-00/1891-92/IFAB1891.html
- http://archivo.marca.com/edicion/marca/futbol/internacional/es/desarrollo/1044716.html
- http://cihfhistoria.blogspot.com.es/2015/05/origen-y-evolucion-del-referato.html
- http://gottfriedfuchs.blogspot.com.es/search/label/Referees
En el fútbol se debería volver a la honestidad y caballerosidad de los inicios.
Menos faltas: Menos problemas e inconformidades en el juego